Miguel Ángel Olimpo - 22 de enero de 2018
La privacidad es un tema que hoy ocupa muchas páginas. A todo el mundo le preocupa tener sus datos a buen recaudo pero, a la hora de usar Internet, la gente no se para a pensar en lo que pone o deja ver. Lo que se sube a la red deja de ser privado y, lo peor, es muy difícil borrar lo que se haya subido.
Es importante hacer buen uso de la privacidad cuando se está utilizando el correo electrónico. Es evidente que nadie quiere que sus datos salgan a la luz o que cualquiera pueda leer sus correos electrónicos o sus conversaciones por videollamadas. Esto no quiere decir que haya que dejar de usar las cuentas de correo porque exista peligro, solo que hay que tomar medidas para aumentar la privacidad y seguridad al usar Outlook.
El correo electrónico se puede usar desde cualquier dispositivo electrónico que se tenga: un móvil, tableta u ordenador. Para poder mantener la privacidad nadie más, salvo nosotros, debería usar el dispositivo.
Al iniciar sesión en correo Outlook el ordenador suele preguntar si se guarda la contraseña en el dispositivo que se está usando. Algunos piensan que es mejor guardarla porque, de esta manera, no hay que estar tecleando la contraseña cada vez que se quiere ver el correo. Esto es un error. La mejor opción es no guardar la contraseña para que el equipo la recuerde. En caso de que alguien use el ordenador le será muy sencillo entrar en la cuenta.
Si hay que usar la cuenta de correo en un lugar en el que haya mucha gente, hay que tener cuidado de que nadie vea lo que se está escribiendo. Cuando vamos a sacar dinero, por ejemplo, solemos mirar a todos los lados antes de empezar a teclear y ponemos la mano sobre la pantalla para que nadie vea el número secreto. Si usamos la cuenta de correo en un lugar público habría que tener la misma precaución.
Una vez que ya estamos dentro del correo, es normal, recibir una gran cantidad de mensajes de publicidad. Si mirando los correos encontramos alguno que no sabemos de quién es o con el contenido bloqueado, no hay que abrirlos. Es mejor ceñirse a los correos que sean importantes, que conozcamos y que sean de personas de confianza. Cuidado si hay archivos que acompañan a esos mensajes que se desconoce quien los ha enviado, pueden ser virus o causar problemas con la privacidad. Ante la duda es mejor desconfiar y no abrir esos correos ni los archivos que estén incluídos.
Cuando se quiera abandonar el correo pueden darte la opción de dejar la sesión en activo por si se quiere volver a entrar no tener que estar metiendo la contraseña de nuevo. No hay que dejar la sesión en activo, hay que cerrarla y volver a teclear la contraseña y el correo todas las veces que sea necesario.
Para el equipo que ha diseñado Outlook es muy importante que sus usuarios mantengan su privacidad al máximo. Ellos han trabajado para que esto sea así y siguen tratando de mejorar. Existen herramientas para que el uso del correo electrónico sea más seguro y la persona tenga tanta privacidad como desee. Gracias a ellas se puede elegir qué contactos queremos que tengan acceso a nuestra información. Entrando en los ajustes, o como se dice la ruedecita que aparece a mano derecha arriba, se pueden establecer todas las opciones que uno crea necesarias para mantener su privacidad a salvo mientras usa el correo electrónico.
Digital Sevilla