26 de enero de 2018
No todos los días encuentras historias bonitas que contar pero esta es una de ellas. Shi Yuying, una anciana de 76 años, camina 24 kilómetros cada día empujando la silla de ruedas de su nieto discapacitado para llevarlo al colegio.
Aunque haga frío o llueva, desde hace cuatro años, esta abuela coraje lleva a su nieto, Jiang Haowen, de 9 años de edad, a la escuela, realizando ocho viajes de ida y vuelta cada día.
Este hecho tan duro y bello a la vez ocurre todos los días en el sur de China, en la provincia rural de Guangxi. Ella lo hace porque es la única persona que puede cuidar del niño ya que su padre vive y trabaja en otra ciudad para poder mantener a la familia. Los padres de Haowen se divorciaron cuando él tenía cuatro años y entonces el niño se quedó con su padre y su abuela.
La ruta que realizan juntos la abuela y su nieto es larga y sinuosa ya que es un sendero de montaña, pero no les queda otra, solo existe ese camino. Antes lo hacían en bicicleta pero el año pasado el gobierno chino les dio una silla de ruedas.
El pequeño Haowen sufre parálisis cerebral desde que tenía dos años y por ello no puede andar por sus propios medios necesitando ayuda permanente para casi cualquier cosa.
“Aunque Haowen no puede moverse con libertad, es un niño muy inteligente”, dijo su abuela que afirmó ser feliz al poder cuidar de su nieto. Ella contó a una periodista, según relata Europa Press, que solo quiere buscar una buena escuela donde su nieto pueda aprender de acuerdo a sus necesidades.
La abuela, consciente de su avanzada edad y de sus limitaciones aseguró a la periodista:
"Mientras tenga fuerzas, continuaré".
Digital Sevilla
