Redacción - 2 de marzo de 2018
La mayoría de las veces que se ha representado la imagen de Jesucristo ha sido la de un hombre blanco, alto, rubio y con barba.
Sin embargo, la historiadora Joan Taylor, del King’s College de Londres ha publicado hace un mes un libro donde analiza la imagen que tendría Jesús y que es muy diferente al estereotipo.
En su obra ‘¿Qué aspecto tenía Jesús?’, Taylor se remite a LiveScience para afirmar que probablemente mediría 164 centímetros, como sus coetáneos tras analizar esqueletos de aquel tiempo encontrados en Judea y Egipto.
En aquellas zonas, las personas tenían los ojos marrones, el pelo negro y la piel aceitunada, nada que ver con el arquetipo hollywoodiense de europeo blanco.
A su vez, Jesús llevaría el pelo y la barba cortos, como la mayoría de la población, para evitar los piojos.
En cuanto a sus ropas, Taylor cree que serían escasas, destacando una túnica de lana sin teñir y quizás un manto o capa exterior para el frío. Estos ropajes, afirma, estarían viejos y probablemente sucios por el uso, aunque puntualiza podrían ser diferentes si alguien se los hubiera entregado pues eran muy caros.
“Creo que reconoceríamos a Jesús simplemente como a alguien de apariencia muy pobre”, asegura Taylor en su libro.
La autora no cree que su libro borre la imagen hollywoodiense de Jesús pero espera que sirva para generar nuevas representaciones basadas en hallazgos históricos y no en mitos.
Ya Pier Paolo Pasolini, director de cine, actor, periodista, filósofo, novelista, dramaturgo, pintor y figura política, rompió en 1964 los moldes de Hollywood con su obra neorealista ‘La Pasión según San Mateo’ (Il Vangelo Secondo Matteo), donde el actor español Enrique Irazoqui interpretó a un Jesús fuera de los cánones establecidos.
En el rodaje de su película, el director italiano, utilizó como actores a ciudadanos del sur de Italia para interpretar los principales personajes que aparecen reflejados en el Evangelio según San Mateo.
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