29 de marzo de 2024
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La baja visión y la importancia de recurrir a las ayudas visuales

La baja visión y la importancia de recurrir a las ayudas visuales

Miguel Ángel Olimpo - 13 de marzo de 2018

La baja visión es un problema que afecta a multitud de personas en todo el mundo, una circunstancia que se puede dar por muy diversas razones y que puede llegar a afectar muy negativamente a nuestra calidad de vida. Por esa razón vamos a intentar conocer exactamente de qué se trata este problema, analizaremos las razones por las que se puede producir y, por supuesto, tendremos en cuenta las ayudas visuales como la mejor alternativa para recuperar esa calidad de vida perdida.

Qué es la baja visión

La hipovisión o baja visión es un problema de la vista a través del cual el paciente se ve privado parcialmente de la misma, pero a diferencia de otros problemas oculares, en este caso no se puede corregir con gafas convencionales, cirugía, medicamentos o lentes de contacto, sino que hay que buscar otras alternativas que permitan en la medida de lo posible hacer vida normal.

En este sentido hay que tener en cuenta que estamos hablando de un problema que afecta a todo el mundo aunque, eso sí, las razones por las que se produce pueden variar considerablemente entre países, pasando de factores como la edad, el principal responsable de la baja visión en Europa y que se pronuncia a través de patologías como la DMAE, hasta la presencia de enfermedades como vamos a poder ver a continuación.

Es importante tener en cuenta que, desde una perspectiva general, las propias enfermedades son las principales responsables de este tipo de afección, de manera que a continuación vamos a analizar algunas de las principales por las que se puede provocar la hipovisión.

Algunas de las principales enfermedades que puede provocar la baja visión

Existen diversas enfermedades y patologías de las que debemos estar pendientes ya que pueden ser la principal razón por la que se produzcan los problemas de baja visión, y en este sentido, tal y como decíamos el apartado anterior la degeneración macular es una de las principales, junto con el glaucoma, pero también hay otras muchas horas que debemos prestar atención como las cataratas, la uveítis, la opacidad corneal, la retinopatía diabética, el tracoma, la retinopatía diabética, la miopatía máxima, la enfermedad de Stargardt, el alpinismo, el nistagmo, la retinosis pigmentaria, el traumatismo ocular o la distrofia macular biteliforme de Best.

Qué son las ayudas visuales y cómo pueden ayudar a mejorar la calidad de vida

En estos casos es importante que sepamos que tenemos la posibilidad de recurrir a las ayudas visuales, gracias a las cuales, si no se consigue mejorar el estado del paciente, al menos se puede ayudar a mejorar su calidad de vida de manera que se busca que en la medida de lo posible pueda volver a realizar tareas que llevaba a cabo antes de padecer la hipovisión.

En cuanto a las ayudas visuales nos encontramos dos tipos principales que son las ayudas ópticas y las ayudas no ópticas. Las primeras son aquellas a través de las cuales se crea un sistema de amplificación a través de un microscopio o telescopio así como una telelupa o un sistema visual electrónico, gracias a los cuales se consigue que los pacientes con baja visión se verá puedan mejorar sus condiciones de visibilidad, y las segundas son un complemento fantástico que facilita la visibilidad pero desde una perspectiva más general, ya sea utilizando una luz fría, atriles, programas informáticos que ayuden a aumentar el texto o leer el contenido directamente, etc.

Básicamente esto es todo lo que necesitamos saber para conocer la baja visión y entender el modo en que afecta a los pacientes, contando con distintas posibilidades para poder mejorar la calidad de vida y disfrutar de nuevo de experiencias que antes resultaban normales gracias a los variados dispositivos.