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La feminización facial, ¿qué podemos esperar de ella?

23 de mayo de 2018

La feminización facial, ¿qué podemos esperar de ella?

Desde hace un tiempo la feminización facial es una de las intervenciones quirúrgicas relacionadas con los cambios de sexo que más se han puesto de moda. Se dice habitualmente que el cara es el reflejo del alma, y si una persona se siente mujer, ¿qué mejor manera de mostrarlo que a través de un proceso o una intervención con la que la paciente se sienta más mujer y pueda mostrar sus rasgos femeninos.

La feminización facial es, por tanto, un conjunto de procedimientos que van encaminados a modificar el aspecto de la cara de una paciente para que sea reconocido con un patrón femenino, atendiendo a los estándares de la sociedad. Esto es, que la paciente se reconozca visualmente, y en concreto facialmente, como una mujer.

Para ello en este tipo de procesos se actúa especialmente en los rasgos que diferencian el género de manera más acusada, como son el perfil de la frente o la nuez de Adán.

¿Quiénes pueden someterse a una feminización?

La feminización facial está indicada especialmente para pacientes que ya hayan hecho un cambio de género a nivel corporal y hormonal para, de ese modo, acompañar al resto de cambios realizados.

El rostro es el aspecto más visual de la anatomía, pero no es lo único que influye para considerar unos rasgos más femeninos que otros, de ahí que la feminización facial sea parte de un proceso mucho más complejo.

No obstante, esta intervención no solo está indicada para personas que deseen tener un cambio de género, sino para mujeres que quieran modificar el contorno facial para realzar rasgos femeninos.

En cualquier caso, sea cual sea la situación que lleva a pensar en este proceso, el estado de salud previo es importante. No es recomendable ser fumador para ser sometida a una intervención de este tipo ya que puede resultar peligroso durante la recuperación y la cicatrización de las incisiones cutáneas.

Antes de someterse a una feminización, es imprescindible realizar un estudio preoperatorio completo, para así conocer cuáles son las limitaciones de intervención de cirugía maxilofacial sobre el esqueleto facial.

Aunque existen muchas razones para someterse a una intervención de este tipo, la feminización facial en España está prácticamente comandada por mujeres transgénero. La feminización facial es una intervención quirúrgica múltiple y compleja, pero no destaca por ser especialmente peligrosa. En la clínica IciFacial son expertos en la feminización de pacientes transgénero.

Los riesgos y contraindicaciones son los propios de la anestesia general, en conjunto es un procedimiento seguro. Una cosa sí debe quedar clara, los procesos de cicatrización pueden alargarse y en ocasiones, los resultados pueden ser inferiores a los deseados.

La clínica IciFacial está comandada por el Doctor Germán Macía Colón, experto en feminización facial. Para el profesional, muchas transexuales consideran tan importante o más que el proceso de cambio de genitales de cirugía de reasignación de sexo, ya que la cara es un componente muy visual. Con la feminización facial se logra una mayor integración social.

¿Afecta la feminización a toda la cara?

Lo habitual es realizar la feminización de todo el rostro en la misma intervención, de modo que se armonice el esqueleto facial y los contornos como una sola unidad.

No obstante, existen casos en los que alguna zona del rostro no se interviene porque realmente no es necesario, o bien, por petición expresa del cliente.Los procedimientos principales de este proceso son: la remodelación de la frente y el arco supraciliar, el remodelado del contorno mandibular y el mentón, una rinoplastia, la cirugía de la nuez de Adán y un aumento de pómulos.

Vemos que la cirugía maxilofacial ocupa un lugar importante en los procesos de feminizacion, también denominadas de manera habitual FFS, por sus siglas en inglés Facial feminizacion surgery.

Este amplio programa de actuaciones consiste en una intervención profunda en la que todos los procesos entrañan un grado de dificultad importante. No existe un protocolo específico de actuación pues este va a depender de cada caso en particular.

Además de estos procesos, existen algunas intervenciones secundarias que revisan menos importancia, pero que ofrecen también un rostro más feminizado: la suspensión de las cejas, el lifting del labio superior, el aumento de labios, etc.

El postoperatorio, desarrollar un poco de paciencia

Como ocurre en muchas otras intervenciones quirúrgicas del rostro, el proceso postoperatorio puede resultar un poco aparatoso, porque la cara es la parte más visible del cuerpo humano.

Un primer síntoma a desarrollar es una previsible inflamación, un edema, así como hematomas en la cara y el cuello. Para reducir la inflamación se aconsejan máscaras de frío continuas en el postoperatorio, una solución casi instantánea para la inflamación, pues el reduce el tiempo que se sufre esta dolencia.

Por norma general, la FFS no genera dolor tras la intervención, siempre que se sigan las recomendaciones de los profesionales. Así mismo, con cuidados y medicación adecuada, el postoperatorio es muy soportable.

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