25 de abril de 2024
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Por qué niños y no tan niños están enganchados al Fortnite

Por qué niños y no tan niños están enganchados al Fortnite

Redacción - 25 de junio de 2018

Fortnite

El videojuego Fortnite se ha convertido en un éxito de masas en todo el mundo, enganchando a niños y no tan niños a sus partidas. Mientras, los expertos alertan de que este juego en concreto tiene una combinación de ingredientes que lo hacen más adictivo de lo normal.

En primer lugar hay dos cosas que favorecen que los jugadores de Fortnite se multipliquen de forma exponencial. Por un lado lado su gratuidad y por otro que está accesible desde distintas plataformas (consolas, PC y dispositivos móviles).

Además, la estética de Fortnite es menos sangrienta que la mayoría de los juegos de lucha, con armas menos reales y efectos más propios de dibujos animados. Eso hace que los padres sean menos cautos a la hora de controlar este juego a sus pequeños.

El modo de juego, battle royal, es un todos contra todos en el que se puede jugar tanto con desconocidos como en equipo y que permite hablar con ellos a través de un chat. “Esto lo hace más peligroso y a la vez más adictivo, porque cualquiera puede hablar con el menor y los padres, al no relacionar el juego con un chat o red social, no están tan alerta”, afirma Jorge Flores, director de la plataforma Pantallas Amigas, en declaraciones a El Independiente.

“El todos contra todos va directo al elemento del cerebro que más adicción genera, estamos programados para la lucha entre tribus”, explica Faraco, que subraya que este tipo de juego incrementa la competitividad, que aumenta con otros ingredientes del juego como la humillación de los vencidos. “Cuando alguien muere los otros jugadores bailan sobre él, y para tener determinados bailes hay que pagar, lo que fomenta a su vez el gasto”, añade Faraco.

Otra de las fórmulas de enganche, destaca flores, es que el juego permite construir escenarios, tunear la indumentaria y las armas, para lo cual “tienen que conseguir puntos o hacer pequeñas compras a través de la aplicación, con otro gasto añadido”. La niña británica que tuvo que ser atendida por su adicción al Fortnite gastaba unos 50 euros al mes, pero Faraco asegura que es común entre los menores gastar unos 10 euros mensuales en compras dentro del juego. “¿Cómo les dan ese dinero?”, se pregunta el psiquiatra, “algo estamos haciendo mal”.

Por último, la corta duración de las partidas en comparación con otros videojuegos consigue que los jóvenes puedan aprovechar cualquier momento y mantener la emoción de principio a fin de la partida sin interrupciones, indica Flores.