Redacción - 25 de julio de 2018
Las tecnologías actuales nos permiten evitar la publicidad con facilidad, lo que ha convertido el marketing en todo un desafío. Desde las extensiones para bloquear anuncios en páginas web hasta la posibilidad de grabar los programas de televisión que desees y saltar los anuncios; eso sin mencionar que cada vez más las personas prefieren servicios de streaming de televisión y música.
Esto ha hecho que se haga imprescindible que las empresas de publicidad se planteen nuevas plataformas para lograr acercarse al consumidor y crear una relación entre ellos y su marca. Ya no es suficiente confiar en las formas tradicionales de publicidad, sino que es imperativo apropiarse de nuevos espacios para poder hacer publicidad. Un ejemplo de estas nuevas estrategias son las que se agrupan bajo el nombre de street marketing.
El objetivo de este tipo de marketing es el uso de medios no tradicionales para hacer publicidad, utilizando espacios para atraer la mayor cantidad de atención. Por su concepto y por el hecho de que se implica el uso de medios originales y campañas diferentes puede confundirse con el de guerrilla marketing, pero la gran diferencia entre ambos es que en el street marketing la publicidad siempre estará confinada a la calle y otros espacios públicos.
En el street marketing se colocan anuncios, pero se va un paso más allá de la clásica valla. Aquí todo vale, así que se busca emplazar la publicidad en lugares transitados, pero en donde no se acostumbra. Se busca sorprender al consumidor, que está tan acostumbrado a “bloquear” el ruido publicitario, pero que no podrá pasar por alto vallas de publicidad LED colocadas estratégicamente en una parada de autobuses, por ejemplo.
Podríamos afirmar que la innovación es una de las características más marcadas de este tipo de marketing. La meta siempre será inscribirse en el imaginario del consumidor a través de estrategias originales e inusitadas, sin que necesariamente esto suponga una disrupción obvia o invasiva del espacio público. Se trata de integrarse, de sumar algo extra a lo que nos rodea y que ese detalle signifique una forma de crear asociaciones positivas hacia la marca o producto.
Tratar de imponer unas reglas rígidas acerca de cómo hacer street marketing es encontrarse con una tarea titánica, en la medida en que estaríamos intentado constreñir una actividad que es un ejercicio de la creatividad, sobre todo si tenemos en cuenta que el objetivo es hacer que la campaña tenga un impacto profundo en el consumidor. Sin embargo, existen ciertas actividades que podríamos afirmar que resumen algunas de las estrategias o herramientas más populares.
Acciones como repartir publicidad impresa es una de las estrategias más clásicas y conocidas. Sin embargo, con un poco de creatividad esto puede dar un giro interesante, dependiendo de cómo se haga. Asimismo, es posible personalizar espacios de alto tráfico, utilizando anuncios publicitarios que creen un espacio alternativo que centre la atención en la marca, por ejemplo, una parada de autobús. También se pueden aprovechar los medios de transporte, postes de luz, bancos de parques, aceras, pasos de cebra, suelos, drenajes, buses, papeleras, entre otros.
Merecen una mención especial los MUPIS o mobiliario urbano para la presentación de la información. Estas herramientas ocupan poco espacio, pero tienen un impacto visual elevado, sobre todo cuando se integran con la tecnología LED. Esto permite proyectar vídeos y anuncios de alta calidad de forma ininterrumpida, que atraparán la atención de todas las personas y que podrían convertirse en el eje de una buena campaña.
- Ideal para campañas de presupuesto limitado. Si se invierte en una estrategia bien pensada y hecha para crear impacto en el consumidor, entonces no hará falta invertir en medios de publicidad tradicionales que pueden ser más costosos. Gracias a las redes sociales, si la campaña logra llamar la atención, puede hacerse viral en poco tiempo.
- Permite crear una relación con el consumidor. Las campañas de street marketing apelan en muchas ocasiones al sentido del humor, la imaginación y la sorpresa. Cuando se crean estas reacciones emocionales la marca logra relacionarse en un nivel más personal con el individuo.
- Impacto profundo e inmediato: el objetivo del street marketing es impactar al público general. Estas reacciones son rápidas: una sonrisa, sorpresa, una carcajada, es todo lo que hace falta para que la estrategia tenga éxito y la persona comience a reconocer la marca y relacionarla con sentimientos positivos.
- Atrae mucha atención en poco tiempo: una empresa o marca que busque notoriedad puede crear una campaña de street marketing original que genere mucho ruido en las redes sociales y que complemente o active su presencia online sin mayor esfuerzo.
Hay campañas de street marketing que han marcado un hito en el mundo de la publicidad. Seguramente recuerdas algunas o habrás visto videos o fotografías en las redes sociales y es que han sido originales, innovadoras y todo un ejemplo a seguir:
En el año 2011 esta agencia de viajes se apoderó de varios vagones de la línea 6 del metro de Madrid para convertirlas en la cabina de un avión. Durante el trayecto la tripulación que incluía un comandante y varios asistentes de vuelo dieron las indicaciones de seguridad a los pasajeros, además de repartir almohadas, maquetas y otros productos. Todo esto para promocionar un concurso llamado “Mi Maleta eDreams”.
Ikea, el gigante del mobiliario económico y estético, aprovechó la costumbre española de la siesta para sacar a la calle sus sofás. El público tenía la oportunidad de tumbarse en los sofás, mientras recibían consejos de monitores para dormir mejor y los beneficios que conlleva esta costumbre. El objetivo de esta campaña era promocionar su gran variedad de sofás que además tienen 10 años de garantía.
La marca de cerveza Old Irish utiliza una receta auténtica irlandesa y su slogan es “Descubre el verdadero sabor de Irlanda”. Como parte de una campaña de street marketing en Georgia ofrecieron una experiencia de realidad virtual, en la que el usuario podía pasearse por las calles de Irlanda usando un headset. Pero cuando se lo quitaban, venía la verdadera sorpresa, pues crearon un verdadero bar irlandés a su alrededor, una réplica exacta de lo que estaba viendo en el aparato.
Coca Cola ha demostrado ser uno de los reyes de las campañas virales, y el uso inteligente del street marketing ha sido parte del secreto de su éxito. La Máquina de la felicidad, una campaña hecha en el año 2009, es uno de los ejemplos más claros. La compañía instaló una máquina expendedora en una Universidad y creó las mejores reacciones en el público con regalo y sorpresas que invitaban a compartir y sonreir.