3 de septiembre de 2018
Tras y como podemos leer en este artículo de ABC Historia, bajo el lema “el mundo no es suficiente” Felipe II conquistó la tierra vecina en 1580. Y es que como decía su padre, se debía ir más allá o “Plus ultra” pues de hecho esta idea de un único reino ibérico cristiano ya se extendía desde incluso la Edad Media. Sin embargo, fue cuando Juan IV de Portugal entró en la Casa de Braganza, la nueva dinastía en Portugal que debilitó a la Casa de Austria, que se puso fin a la llamada “unión ibérica” mantenida por 60 años. De hecho, el 1 de diciembre es fiesta nacional en Portugal para celebrar la independencia de España.
Pero, ¿qué es lo que les quedó a los portugueses de los españoles? y ¿qué es lo que los diferencia? En este artículo analizamos las diferencias (y parecidos) culturales entre las dos tierras vecinas:
Los que hayan visitado Portugal habrán quedado impresionados de que, aún estando a tan sólo unos kilómetros, que pueden ser recorridos en coche, exista una diferencia horaria. Sí, en Portugal el día comienza una hora antes que en España. Tal y como se explica en la revista Muy Interesante, a Portugal le corresponde el huso horario europeo (aplicado desde 1972). Sin embargo, junto a Gran Bretaña, ambos escogieron no seguirlo. ¿Las razones? Tienen que ver con la salud pública. Y es que, aparentemente, cuanto más al oeste nos hallemos, más complicado es adaptar nuestro ritmo de vida al ciclo solar. De hecho, por estas mismas razones de salud, a España también le pertenecía el huso horario de la Europa Occidental.
Pese a ello, en el año 1940, Franco decidió que España se adaptara a la hora de aquellos países con los que se llevaba bien en materia política (Italia con Mussolini y la Alemania nazi con Hitler). Pero este cambio de hora que hablamos en el apartado anterior, afecta a las tradiciones culturales más de lo que podamos imaginar, como explica este artículo de El Mundo y como podemos leer en el siguiente apartado.
En España, en general, vamos adelantados 1 hora con respecto al huso horario que nos pertenecería; factor que -por si fuera poco- se incrementa otra hora más con la llegada del verano. Esto explica porqué somos el país en el que nos dormimos, comemos y cenamos más tarde. Además, también explica que cuando salimos a comer en Portugal nos resulte tan complicado comer a la 13:00.
En cuanto a la alimentación portuguesa se parece bastante a la que podemos encontrar en Galicia. Caballa, sardinas y su famoso bacalhau -como cuenta ‘La Ruta del bacalao’ de la revista Traveller’ impregnan los menús de los restaurantes y las casas. Sin embargo, los portugueses -al igual que los españoles- cuentan con un buen embutido de cerdo (salchicha, chorizo picante) así como dulces que no te pueden faltar en tu visita a Portugal, como los famosos pastéis de Belém.
Por último, si te invitan a comer en Portugal, más vale que no llegues tarde pues no te lo perdonarían. Los portugueses son muy puntuales y consideran muy irrespetuoso llegar tarde a cualquier acto. Además, si quieres quedar bien, procura dejar un poco de comida en el plato, es considerado un signo de buena educación.
Las supersticiones y las creencias populares también forman parte de la cultura popular y es importante nombrarlas pues provienen de costumbres ancestrales. Así, de tatarabuelos a bisabuelos, de estos a nuestros abuelos, a los hijos y a los nietos; las supersticiones son tesoro sagrado de la historia de una nación. ¿Qué hay de Portugal? Los portugueses temen encontrar alfileres o imperdibles. Ya lo dijo I.Gonçalves en 1939: ‘Encontrar alfileres no es bueno’.
Por otra parte, al igual que en España, el número 13 siempre ha derrochado mala suerte entre sus habitantes. Pese a coincidir con los españoles, no es así en todo el mundo, tal y como podemos leer en esta infografía de Betway Casino, en donde se ve claramente que en China evitan el número 4, que el 23 es un número considerado desafortunado en muchos países y que el 666 es considerado el número de la bestia en occidente. Mientras tanto, el número 7 ha sido siempre bien acogido por la sociedad y lo observamos en los días de la semana, los pecados capitales, los siete continentes o los colores del arcoíris.
Sin embargo, una gran diferencia respecto a España tiene que ver con la forma en la que los portugueses celebran año nuevo. Mientras que en nuestro país nos vestimos con ropa interior roja para recibir las campanadas, en Portugal lo hacen de color azul. Y es que, de acuerdo a la tradición, este acto traerá bendición a los meses por venir. Además, golpean cacerolas y barren la entrada de las casas para evadir la mala suerte.
En Portugal los hombres se abrazan y las mujeres se dan dos besos
A diferencia de la mano que se da entre hombres en España, en Portugal los hombre se abrazan mientras que las mujeres se saludan con dos besos. Sin embargo, no en el orden en el que los daríamos en España (de izquierda a derecha) sino de derecha a izquierda. Además, como leemos en Absolut Viajes, Portugal es una nación conservadora donde los títulos ‘señor’ y ‘señora’ se deben usar siempre.
¿Más diferencias y semejanzas? Las encontramos en el Fado, similar al flamenco en la expresión musical del alma pero diferente en su lengua. En TripAdvisor encontramos ‘El Mejor Fado’ de Lisboa’, ¡un espectáculo que definitivamente si vas a Portugal no te debes perder!