Miguel Ángel Olimpo - 7 de septiembre de 2018
Conocido como el material de Dios, el grafeno sigue ganando popularidad en el mundo de la tecnología y cada vez más empresas españolas apuestan a su utilización en el desarrollo de materiales para facilitar la vida de los seres humanos.
Es uno de los materiales más fuertes de la naturaleza. Es elástico, flexible y tiene infinidades de propiedades mecánicas, ópticas, químicas, electrónicas y magnéticas, características que lo posicionan como uno de los elementos más prometedores del último siglo.
Este increíble elemento de la naturaleza es unas 100000 veces más delgado que el cabello humano, pero a su vez es más resistente que el acero estructural y unas 200 veces más fuerte, algo que no debe ser una sorpresa, ya que es carbono puro.
Tiene la capacidad de repeler el agua y la corrosión por su composición químicamente inerte, lo que evita que reaccione con el oxígeno del aire y se oxide.
Su capacidad de conductividad térmica y eléctrica es más potente que la del cobre, incluso que la plata, por ello se calienta menos al conducir electrones, y consume menos electricidad.
No representa un elemento tóxico para las células biológicas, aunque es bactericida, y permite el crecimiento de las células, por lo que puede llegar a ser de utilidad en la industria de los alimentos y la biomedicina.
Por su versatilidad, este material puede ser utilizado en distintos campos, como computación, telefonía, electrónica, incluso hasta en la música. Puede servir para la fabricación de aviones, satélites y de edificios, volviendo éstos más resistentes.
En el campo de la electricidad es una de sus aplicaciones más prometedoras. Por ejemplo, si las placas de los paneles solares se construyen con grafeno, puede generarse más energía por hora que en la actualidad
Si se lleva al área de la salud, la actualidad sobre el grafeno muestra que puede ser utilizado en la creación de prótesis, contribuir a la secuencia de ADN, hasta como biosensores.
En el área dental, con la creación de productos dentales, como implantes de la dentadura completa y de algunas piezas, discos dentales, trabajos que en la actualidad ya están desarrollándose.
Otras aplicaciones que ya son una realidad son los materiales de construcción elaborados con este elemento, como vigas, cabillas, alambres.
Conscientes de la importancia de este material y de la proyección que el mismo tiene para los próximos años, un número importante de universidades españolas están dedicándose desde hace ya varios años a conducir investigaciones sobre el grafeno, sus potencialidades y aplicaciones en áreas de la vida cotidiana.
Una de estas casa de estudios es la Universidad de Castilla-La Mancha. Su equipo químico se encuentra estudiando la síntesis del grafeno en óxido y en las láminas de cobre o níquel, provenientes de la producción de la fábrica Yecla.
La universidad de Alcalá también está involucrada en esta área, aunque desde un punto de vista médico. El equipo de biólogos y bioquímicos de la institución comienzan a desarrollar estudios sobre las aplicaciones del grafeno en estos campos.
Debido a su complejidad y a los intereses que se está creando sobre este elemento natural, algunas empresas están apoyando a las universidad en estas investigaciones con la inyección de recursos, siendo Graphenano una de las empresas con mayor presencia en estos estudios, no solo económicamente, sino también con personal capacitado para apoyar a los estudiantes y profesores que dedican su tiempo al descubrimiento de las bondades del grafeno.
Otra universidad que también busca hacer grandes descubrimientos es la de Córdoba, que trabaja en dos líneas de investigación, primero en las celdas de polímero de grafeno para baterías y la otra es su aplicación en las células solares con perosquitas.
El parque científico de Alicante también se ha visto beneficiado por estos aportes hecho por empresas privadas como Graphenano, a través de la firma de convenios con el propósito de afianzar los lazos académicos y empresariales, para abrir espacios de investigación y contar con recursos y personal capacitado para llevarlos a cabo.
Gracias a las miles de aplicaciones que se proyectan para el grafeno, desde ya los científicos e investigadores aseguran que este material será para el siglo XXI.
