Redacción - 8 de septiembre de 2018
Un nuevo propulsor espacial para satélites que pesen menos de 10kg ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad Koroliov en la ciudad rusa de Samara.
Según informa la agencia TASS el nuevo combustible es una mezcla de agua y alcohol que no es autoinflamable ni tóxica. Además la baja masa molecular del agua facilita la alta velocidad de efusión beneficiando así la maniobrabilidad del satélite.
Al tener un 40% de alcohol, al igual que el vodka, hace que no se congele ante las bajas temperaturas del espacio.
Este nuevo combustible daría mayor capacidad de acción a los nanosatélites que podrían estudiar la termosfera, la ionosfera de la Tierra pronosticando desastres naturales, los campos geofísicos o inspeccionar el estado técnico de sistemas espaciales en órbita.
Los investigadores están diseñando y probando un nanosatélite SamSat-M, que está en fase experimental, que una vez lleno de combustible solo pesa 1,55 kg.
