Redacción - 17 de septiembre de 2018
Las mujeres viven constantemente siendo cuestionadas por su aspecto físico. Esto ha sido siempre así, los estereotipos de género y los juicios sobre el cuerpo de la mujer han existido siempre.
Aunque el movimiento feminista luchan por conseguir que la mujer sea tratada de modo similar a los hombres y en los últimos años se han conseguido muchos avances, la realidad sigue siendo la que es. Muchas mujeres tienen dificultades cuando acuden a algún evento especial por la ropa que llevan, la celulitis, su peso, el peinado...
El género masculino no vive esa realidad, al menos en tantos aspectos, pero sí existe uno que martiriza a muchos hombres, la caída del pelo. En cuestiones profesionales no llega a ser tan relevante como en el caso de las mujeres, pues el éxito profesional en muchas disciplinas está muy asociada a tener una determinada imagen.
La alopecia androgénica, la calvicie masculina, no es una enfermedad. Al contrario, se trata de un proceso natural. La mayoría de los hombres van perdiendo pelo y un alto porcentaje de la población masculina va reduciendo la densidad de su cabellera con el paso de los años.
No obstante, en el caso de muchos hombres, sin ser una enfermedad, la calvicie causa muchos problemas psicológicos y emocionales. El principal problema estético de los hombres puede afectar en la vida personal y profesional, especialmente si se trata de una persona joven.
La alopecia es, a su vez, un problema que preocupa cada vez más a las mujeres, porque cada vez son más las que lo padecen, lo que supone una inquietud más para ellas.
La solución pasa, por tanto, por ponerse en manos de un dermatólogo. La visita a un especialista es el inicio de la solución. En la actualidad, con un tratamiento adecuado adaptado a cada paciente, la alopecia se puede controlar.
Si bien los hombres no sufren tanto estrés asociado a su imagen como las mujeres, la calvicie ha sido una preocupación para los hombres a lo largo de su historia. Las causas de la alopecia son los factores hormonales y hereditarios.
Ya en el Antiguo Egipto, hace más de 4.000 años, la calvicie ya constituía un problema preocupante. Siempre han existido remedios y tratamientos, basados en la medicina científica como en la más tradicional o casera para evitar estos problemas.
La alopecia provoca en los hombres una pérdida de confianza en sí mismos y hace que se sientan menos atractivos y más viejos. Esas son las conclusiones a las que llega el estudio elaborado por el Instituto Gallup a más de 1.500 hombres de diferentes países de Europa con problemas de calvicie.
Como comentamos, la solución para evitar la calvicie pasa por acudir a un dermatólogo o un especialista médico, si bien existen medicamentos que se han mostrado válidos para prevenir la caída del cabello.
Uno de estos medicamentos es Finasteride, que se receta desde hace años para evitar estos problemas. Sin embargo, el abuso de estos medicamentos puede tener como consecuencia algunos problemas adversos. Finasteride efectos secundarios son conocidos desde hace años. En la web Finasteride.info encontramos información sobre tratamientos para la alopecia.
Aproximadamente entre el 5 y el 10% de los hombres que acuden a este medicamento para combatir la alopecia sufren efectos secundarios adversos que van desde dolores en los testículos hasta disfunción eréctil o eyaculación anormal e incluso un aumento en las posibilidades de padecer algunos tipos de cánceres.
En el caso de Finasteride, estos efectos adversos obligan a controlar muy bien la relación beneficio-riesgo de su ingesta, y siempre hacerlo bajo prescripción médica.
Otros tratamientos que son muy comunes son los implantes de cabello. Debido al alto precio a pagar por estos tratamientos, en los últimos años son muchos los hombres que viajan a Turquía. En el país otomano, el turismo sanitario para solventar problemas asociados a la caída de cabello supone una importante inyección económica para el país, pues cada semana viajan cientos de hombres a someterse a este tipo de intervenciones.
No obstante, antes de decidirse por un tratamiento u otro es importante recibir la asesoría de un especialista médico, en este caso un dermatólogo, que es el que tiene conocimientos científicos sobre el historial clínico y puede recomendar los pasos a seguir atendiendo a un diagnóstico certero de cada situación.
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