26 de abril de 2024
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Baños públicos sucios y olvidados: más allá de una mala carta de presentación

Baños públicos sucios y olvidados: más allá de una mala carta de presentación

Redacción - 15 de octubre de 2018

Los baños públicos son un lugar muy cotidiano, y aunque queramos evitarlo, alguna que otra vez se hace necesario visitarlos. Nunca se sabe si estarán lo bastante limpios, si tendrán papel, jabón o, en definitiva, si podrán responder de una manera mínimamente satisfactoria a una necesidad fisiológica.

De hecho, no se trata solo de eso. El baño público puede ser el lugar que más intimidad nos proporciona al salir de casa, un sitio en el que huir de miradas indiscretas para hacer algo más que lo obvio. Cuesta darse cuenta de lo que importancia de que estén bien dotados, hasta que se tienen ciertas necesidades.

La modelo y presentadora de MasterChef, Eva González, ha dado que hablar últimamente con una reflexión compartida a través de Twitter: “Alguien sabe por qué en los baños de hombre NO hay cambiadores? Qué se supone que hay que hacer si el papá tiene que cambiarle el pañal a su bebé?”, escribía la sevillana hace unos días.

La reflexión de González tuvo infinidad de reacciones entre “Me gusta”, retuits y respuestas y, más allá de evidenciar la importancia de unos baños públicos bien dotados, definía algo mucho más importante: la necesidad de avanzar hacia la igualdad, que tiene que ver con que hombres y mujeres puedan asumir en las mismas condiciones tareas como el cuidado de los hijos. Siempre, y no solo en casa.

Las cosas que te pueden pasar en un baño público

A la reivindicación de Eva González se suma la foto que un padre compartió también recientemente, en la que se le ve con su hijo apoyado sobre sus dos rodillas, estando él en cuclillas, a modo de mesa improvisada en la que poder cambiarle el pañal, a falta de cambiador. En un baño público, entre otras cosas, te puede pasar que tengas que adquirir una postura imposible para tales menesteres, pero no es lo único.

Al utilizar un baño público, nos exponemos a contraer alguna enfermedad de carácter infeccioso. La E. Coli, por ejemplo, se transmite a través de las heces, se puede adherir a la taza del váter y provoca diarrea, además de posibles calambres abdominales y vómitos. El Norovirus, por su parte, también provoca fuerte diarreas, puede sobrevivir en el WC hasta dos semanas y es responsable de muchas intoxicaciones alimentarias. La Shighella, el Streptococcuso el Staphylococcus, también son patógenos que se pueden encontrar en los baños.

Siempre se recomienda, por todo ello, tirar de la cadena una vez bajada la tapa, y evitar tocar con las manos más allá de los elementos necesarios. Y, por supuesto, lavarse las manos siempre.

La peor carta de presentación

No se trata, desde luego, de un panorama muy alentador. Cuando se trata de los baños públicos de una empresa, de una institución pública o de un gran evento que, asimismo, gestiona una compañía o alguna entidad pública, que estos estén impracticables generará más de una opinión negativa. Y ya sabemos lo que hoy supone una opinión negativa: la posibilidad de que se haga viral y tener que acabar gestionando una crisis.

Los baños, para empezar, deben estar bien dotados. Marube es una buena opción donde encontrar dispensadores de papel higiénico, toallas secamanos y dosificadores de jabón para el baño de tu negocio. Pero, además de mirar en la sección de dispensadores, debes hacerte con los productos de limpieza e higiene oportunos para mantener la limpieza.

Y es que mantener los baños limpios en una espacio público o de uso común, como la oficina, requiere de voluntad y de planificación. En este caso, es una cuestión de salud laboral, de identificar, evaluar y controlar aquellos factores que pueden generar molestias y poner en riesgo de la salud de los trabajadores, los clientes y, en general, de la comunidad.

Es importante que cuenten con, como mínimo, papel higiénico, aromatizador, cerraduras que funcionen bien, papeleras, jabón y agua para lavarse las manos. A esto debe sumarse una rutina de limpieza definida, acordada con el personal de limpieza propio o con la empresa a la que se haya externalizado el servicio, y que sea acorde al tráfico que suele recibir el baño.

Lo ideal es contar con una hoja de inspección en el que se recojan las fechas de intervención y aquellos elementos que se limpiaron, para poder llevar un control. Hoy día, en centros comerciales y grandes superficies, se suelen contar también con terminales para valorar la satisfacción del cliente, y que pueden ayudar a poner en común resultados con organigrama de limpieza, para hacer los ajustes oportunos.

En cuanto a eventos, donde es común el uso de sanitarios portátiles, lo ideal es contar con personal que lo limpie y lo revise periódicamente durante todo el evento.