Publicado: 28 de noviembre de 2018 18:44 (GTM+2)
"Si exigen bebés para desayunar, es probable que se los sirvan", con estas palabras de ha referido hoy el presidente de la Federación de Rusia Vladímir Putin a la ceguera de los países occidentales ante los actos de provocación llevados a cabo por Kief, entrando ilegalmente con sus barcos en aguas rusas, lo que ha causado una escalada de tensión entre ambos países.
"Tengo la impresión de que hicieran lo que hicieran, en todo caso quedarían impunes", ha declarado el presidente ruso Vladímir Putin en referencia a las autoridades ucranianas, a las que "ya no les queda nada más" y lo único que son capaces de "vender con éxito" es la retórica antirrusa.
Putin ha tachado esta política de "muy miope" y opina que "no llevará a nada bueno porque relaja al actual Gobierno ucraniano" y no sirve de incentivo para "un trabajo normal y político y la implementación de una política económica normal".
En tono de broma, el presidente de Rusia ha sostenido que si las autoridades ucranianas "exigen hoy bebés para desayunar, probablemente les servirán bebés, por qué no, si tienen hambre, qué se le va a hacer".
"Tienen problemas con la economía, la esfera social, las finanzas; siempre están con la mano tendida mendigando dinero del Fondo Monetario Internacional. Y eso que las futuras generaciones tendrán que devolverlo algún día", ha resumido Putin su visión de la situación en Ucrania durante su discurso en el foro de inversiones Rusia te llama, según recoge la cadena internacional de noticias RT.
Al hablar sobre la confrontación en el estrecho de Kerch y la captura de tres buques ucranianos a los que Moscú acusa de violar la frontera nacional, Putin afirmó que el "incidente" fue una "provocación" orquestada por el Gobierno de Ucrania en vísperas de las elecciones presidenciales en marzo del próximo año.
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