26 de abril de 2024
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El futuro de 2700 cargos a dedo y 25.000 empleados en la Administración Paralela andaluza

El futuro de 2700 cargos a dedo y 25.000 empleados en la Administración Paralela andaluza

Redacción - 5 de diciembre de 2018

En la Junta de la señora Díaz hay unos 2.700 cargos elegidos a dedo, 2.200 de puestos de libre designación (PLD) y 500 cargos de confianza como secretarios generales y particulares, personal de gabinete, prensa. Se supone que ahí están todos “los del carné del PSOE-A”, directivos de entes que en muchos casos están en quiebra o son deficitarios.

Dentro de estos supuestos ‘enchufados’ está también el ‘personal virtual’ como lo denominan los funcionarios. Son personas que no tienen un trabajo específico, ni horario ni tampoco un puesto de trabajo físico pero cobran curiosamente un sueldo.

Como detalla elconfidencial.com pueden cobrar 3.000 euros o más, por ser gerente de un edificio público y tener virtualmente un nivel 30, el máximo, sin que se sepa de qué partida sale su sueldazo.
Los funcionarios tienen su plaza por su propio esfuerzo pero existe una gigantesca Administración Paralela creada tras casi 4 décadas de poder de un solo partido donde hay unos 25.000 empleados.

De hecho gran parte de los casos de corrupción están vinculados a estos entes ya que escapan al control de los funcionarios públicos, que no le deben nada a nadie y no trabajan ahí.

Esta administración B está formada por una enorme maraña de agencias públicas, institutos, consorcios y fundaciones.

La Cámara no tiene datos precisos de si los 25.000 empleados de la Administración Paralela son enchufados pero lo que sí se conoce es que cuesta la cifra astronómica de 5.000 millones de euros a todos los andaluces.

Además estos entes instrumentales tienen graves deudas. En 2015 era de 1.249,44 millones de euros y si se añade la deuda comercial o con otras administraciones y empresas del grupo ascendería a 4.772 millones.

A esto hay que añadir las millonadas que durante décadas estas administraciones entregaban a empresas afines con contratos muchas veces divididos en cantidades menores para poder otorgarlos a dedo, como ocurrió por ejemplo en la Faffe, la fundación del gasto de 32.000 euros de los parados en prostíbulos.