
21 de diciembre de 2018
En política, la figura del asesor tiene un peso fundamental para esta profesión. Los políticos cuentan con asesores que son quienes, de algún modo, dirigen y ofrecen consejos a los políticos en la gestión de su trabajo y los mensajes que lanzan.
Así, un responsable de un área determinada, por ejemplo, sanidad, puede no conocer a fondo el sector sanitario o todos sus secretos, pero sí puede confiar en asesores y parte de su equipo que les pongan toda la información sobre la mesa para tomar determinadas decisiones.
La figura del asesor, tan común en política y en ocasiones tan denostada, cobra también mucho protagonismo en el ámbito empresarial. Y es que tener un negocio o una empresa no es tarea fácil, ya que las variables, las eventualidades y los cambios de rumbo y situación económica son frecuentes en cualquier empresa.
Por esta razón, la figura de un asesor empresarial tiene como objetivo allanar ese camino para que el día a día de la empresa y la situación de la organización, ya sea a nivel laboral, económico y en otras facetas como la comunicativa o la responsabilidad corporativa, estén totalmente saneadas.
La relevancia de la asesoría empresarial para vigilar el estado de cuentas
Uno de los aspectos que más preocupa a cualquier empresa es alcanzar el equilibrio entre ingresos y gastos, inversiones y gastos, capital disponible e invertido, la situación de deuda... es decir, la situación económica y financiera.
Mantener un control al detalle de estos condicionantes es necesario y es aquí donde juega un papel importante la figura del asesor empresarial. Un asesor empresarial tiene por misión hacer identificar a los responsables de la empresa cuáles son las fortalezas y oportunidades de la empresa en el mercado, ayudar en temas como el estado fiscal y laboral de la empresa, analizar cuáles son los problemas y las debilidades desde un punto de vista externo, proponer cambios en la organización y ofrecer soluciones a problemas en la empresa. La asesoría de empresas es también una forma de conectar más de cerca, más de lleno, con el mundo laboral, aumentado las oportunidades de negocio.
¿Cuándo contratar a una asesor empresarial?
Las funciones que realizan los asesores empresariales dan una pista inequívoca de cuándo es un buen momento para interesarse los servicios por uno de estos profesionales.
Así, si existen problemas a nivel organizativos y no se sabe cómo ponerles solución, un asesor empresarial puede identificar el origen, debido a que analiza la situación de la empresa desde un punto de vista externo.
Otra situación en la que se hace necesaria la ayuda de la consultoría externa es cuando no terminan de funcionar los aspectos financieros o fiscales. Los expertos en estos temas que trabajan como asesores pueden ayudar en la elaboración de planes de negocios que posteriormente se presentarán ante instituciones financieras o socios potenciales.
Un último apunte interesante es cuando la empresa quiere seguir creciendo y para ello ve como mejor camino para lograrlo elevar la eficiencia y el nivel de los trabajadores. En este sentido, un asesor puede indicar caminos o vías para lograr esas modificaciones en la estructura orgánica de la empresa.
¿En qué hay que fijarse cuando se elige asesoría de empresas?
La figura del asesor empresarial está creciendo y ganando en importancia, pero para acertar con la elección es importante dejar claro que es el asesor quien debe estar al servicio del cliente, y no el cliente al servicio del asesor. Esto significa que los medios y el personal para obtener la información que precise de la empresa deben correr a cargo de este servicio de asesoría.
Otro aspecto importante es la formación. Si bien el ejercicio profesional como asesoramiento empresarial no tiene reconocimiento en la normativa española ni se exige titulación alguna, para ejercer como asesor hay que estar suficientemente formados y dominar las tareas en las que se trabaja. Si necesitamos un asesor para el área de la responsabilidad social, qué menos que mostrar nuestro interés en profesionales de acreditada experiencia en este área.
Para finalizar, la asesoría debe involucrarse con la empresa cliente, un asesor actúa, de algún modo, como un confidente, que escucha problemas o situaciones con margen de mejora, y ofrece a cambio soluciones.