Redacción - 27 de diciembre de 2018
¡Qué rápido pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando estabas en el paritorio viendo como una nueva criatura se unía a tu familia y cuando aún no lo has asimilado, ya te toca celebrar su primer cumpleaños. Como es normal, querrás que una ocasión tan especial sea recordada por todos tus familiares y amigos, por lo que te traemos algunas recomendaciones para que todo salga a pedir de boca.
Cuando hayan pasado 12 meses desde el nacimiento, tu hijo será aún un bebé, por lo que muchos padres dudan a la hora de hacer una fiesta enfocada a niños o directamente celebrar el primer año de paternidad y maternidad. La segunda opción toma sentido cuando pensamos que, con esa edad, el bebé ni siquiera sabe lo que está pasando a su alrededor.
Al contrario, en lugar de una celebración, para un primer cumpleaños, una reunión masificada en la que haya mucho más ruido del habitual y muchas caras nuevas puede suponer más un mal rato que otra cosa.
Cada familia es libre de elegir la manera de celebrar esta ocasión especial, ya que será igual de válida tanto una opción como la otra. También suele influir el entorno que nos rodea, normalmente si coincidimos con varios familiares y amigos de la misma quinta que acaban de ser padres, en la fiesta no podrá faltar un esterilizador de biberones como el de este enlace.
En cambio, si sois los primeros en ampliar la familia, lo más normal es que el resto de personas que vengan a la fiesta sean más propensas a otro tipo de temas de conversación y hábitos diferentes a los tuyos durante los últimos doce meses.
En una sociedad en la que vivimos con una cámara/teléfono móvil en la mano, una de las ideas que están más de moda es la de hacer un montaje con imágenes de sus primeros doce meses de vida. Los invitados podrán ver cómo ha ido creciendo y cambiando durante este año si colocas las fotografías sobre unos cordeles, unas cintas o sobre un marco de madera.
Para la decoración, tampoco será mala idea utilizar recuerdos del embarazo o de los primeros meses, como por ejemplo colgar las ecografías del bebé por las paredes. Su primer biberón, el primer chupete o la ropa de primera puesta… elementos que harán recordar a todos los presentes los pasos que habéis ido viviendo juntos.
A la hora de pensar el picoteo, la merienda o el menú tendrás que tener en cuenta cual será tu público como dijimos anteriormente. Si van a venir niños a la fiesta tendrás que pensar en un espacio pensado para ellos, en el que puedan comer tranquilamente sin necesidad de que sus padres tengan que estar pendientes todo el tiempo.
Una mesita baja con unos cojines, unos pufs o directamente sobre una manta o colcha en el suelo será un espacio perfecto para ellos. Compra vasos y platos de plástico para evitar accidentes y puedes marcártela incluso con tazas antigoteo para que no haya que limpiar más de una vez la zona durante la celebración.
Los más pequeños no durarán mucho tiempo quietos, por lo que también puedes improvisar una zona de juegos con casas de juguetes, muñecas para niñas o niños o una zona limitada por cojines en los que puedan entretenerse con cualquier cosa. Tampoco hará falta comprar castillo de princesas Disney para tenerlos a todos contentos, aunque también sería un detalle.
Por último, el recurso más recurrido pero que nunca ha fallado durante años son los globos. No existe una fiesta de cumpleaños que se precie sin que haya globos de por medio, da igual qué edad tenga la persona que cumple los años.
Puedes elegir los colores y formas que más te gusten o que más combinen con el resto de tu decoración e incluso comprar varios tamaños. Es posible que cuando os vengáis a dar cuenta, hasta los mayores estéis jugando y pasándolo de maravilla con ellos.
Si eres una persona con buena imaginación, podrás amenizar tu fiesta con los típicos juegos para pequeños y grandes. Tienes que pensar que una buena fiesta es aquella en la que ninguno de los invitados se aburre, por lo que como buena anfitriona correrá de tu parte todos estos detalles para que todos se vayan a casa contentos y felices.
Cuando pasen los años, podrás ver con tu hijo todas las fotos y vídeos de su primer cumpleaños y recordarás cada momento con una sonrisa en la cara. Piensa que, al igual que estos 365 días, los próximos pasarán igual de rápido y tu bebé crecerá y podrá ver con sus propios ojos cómo sus padres organizaron su primera fiesta de cumpleaños.
