18 de enero de 2019
En una sociedad capitalista como la que nos vemos obligados a vivir, nos han hecho pensar que el dinero da la felicidad, y si no ayuda bastante, como dice el refranero popular, pero la realidad es que hay grandes fortunas que detrás esconden a personas vacías, insatisfechas y, en última instancia, infelices. De hecho, se demuestra cada día que el consumismo al que nos empuja este sistema solo produce personas insatisfechas y sin un objetivo claro en la vida.
Realmente para ser feliz no se necesita más que seguridad, tranquilidad, familiares y amigos que nos quieran y a los que querer, gozar de buena salud, un propósito en la vida, una esperanza para el futuro y, en cuanto a los material, alimento, ropa y vivienda, pequeñas cosas que hacen grande nuestra propia existencia. Por desgracia, en esta época en que vivimos se han abandonado muchos de los factores claves para conseguir la felicidad completa para dedicarnos en exclusiva al culto al dinero.
El equilibrio entre cuerpo y mente y la paz mental son esenciales para conseguir el ansiado estado de felicidad al que todos ansiamos alcanzar, y que, además, sea duradero. A veces las presiones sociales nos alejan de este camino o nos impiden ver con claridad cuáles son las prioridades, nos volvemos esclavos de la envidia, del querer tener lo que otros poseen, del acumular objetos, cuando el único valor que tenemos en sí mismo es el de nuestra propia esencia, algo que no deberíamos nunca dejar de lado, algo que no deberíamos perder para querer ser otras personas y vivir vidas ajenas.
En ocasiones, el ritmo estresante que nos impide pararnos a analizarnos, a hablar con nosotros mismos, nos obliga a buscar ayuda en centros especializados como Activital, donde encontramos terapia psicológica profesional en Madrid y de la que puedes tener más información tras este enlace. Cuando hemos perdido el rumbo, cuando no nos sentimos dueños de nuestras propias vidas, entonces debemos acudir a esta ayuda profesional para atajar el problema cuanto antes.
En estos momentos de descontrol, en el que no somos dueños de nuestro destino, la felicidad pasa por ordenar nuestra vida en primer lugar, nuestros pensamientos, pues hay muchos acontecimientos que pueden llegar a superarnos, como la pérdida de un ser querido o del trabajo, o por el deseo forzado de querer lo que no tenemos, algo tan habitual en nuestros días.
Uno de los grandes males hoy día son el estrés y cuando este se agudiza, debemos recurrir a un experto en trastorno de ansiedad (https://www.psicologoenmadrid.co/), tu psicólogo en Madrid de confianza que te ayudará a superar cualquier situación de crisis, provocado o no por el entorno social en el que te mueves.
Al principio de este artículo hacíamos mención a la salud como una de las claves para conseguir la felicidad, y así es, tanto la salud física como mental son necesarias para poder aspirar a un estado de bienestar duradero y real.
Para conseguir sentirnos sanos y fuertes necesitamos cuidar nuestra alimentación y practicar ejercicios físicos con regularidad, sobre estos pilares podremos construir un estado de vitalidad que nos permita emprender proyectos con ilusión y avanzar en nuestro día a día superando las adversidades.
Pero hay veces en que no solo se trata de sentirnos bien, sino de sentimos físicamente atractivos, pues no podemos negar que en nuestra sociedad es muy importante tener aceptación social por parte de nuestro grupo de iguales ya que la imagen juega un papel muy relevante.
A veces la genética o nuestros hábitos poco saludables hacen que no luzcamos como nos gustaría y esto se traduce en una autoestima baja, a veces limitando nuestras relaciones sociales por una falta de confianza.
Para contrarrestar los defectos estéticos derivados del exceso de grasa y que nos gustaría mejorar en nosotros mismos hay numerosos ejercicios que los ayudan a adelgazar saludablemente y sobre todo a trabajar esa parte de nuestro cuerpo que nos acompleja con ejercicios específicos.
Por ejemplo, la estética de los brazos es fundamental cuando queremos lucir ciertas prendas, como los vestidos de fiesta que los dejan al descubierto, o en verano, cuando se hace necesario llevar ropa más fresca y ligera. Para conseguir mejorar esta parte de nuestro cuerpo tan rebelde, en este excelente artículo te enterarás de cómo adelgazar los brazos en sencillos pasos al alcance de todos. Solo necesitarás constancia y fuerza de voluntad, como para todos los logros que se quieran alcanzar.
En ocasiones la alimentación y el ejercicio físico no son la solución a nuestros problemas de autoestima por características físicas propias que nos acomplejan. Uno de estos casos es la pérdida de pelo, que a menudo aparece por cuestiones genéticas y poco nos queda por hacer en este sentido, más que recurrir a un implante de pelo, como el que ofrece la clínica en Sevilla Injercap, especializada en Injerto capilar en Sevilla, de reconocida reputación y con sobrada experiencia y éxito en estos tratamientos.
Más allá de las consideraciones estéticas que nos aporta un pelo sano y abundante, la caída del cabello suele tener un impacto psicológico negativo de carácter serio. Los estudios demuestran que la calvicie se asocia con la baja autoestima, seguida, en más casos de los que nos pudiera parecer en un principio, de la depresión, la introversión y profundos sentimientos de falta de atractivo, con todas las implicaciones sociales que eso acarrea, e incluso crisis de parejas estables por dejar de considerarse atractivos para su compañero o compañera.
La sociedad actual nos ha implantado unos cánones de bellezas en los que se le da excesiva importancia a una apariencia siempre joven y atractiva y se le deja poco espacio al inexorable paso del tiempo y las mellas que hace en nuestro cuerpo.
Pero los datos son reales y los estudios demuestran que los hombres que sufren pérdida de cabello son considerados menos atractivos, incluso menos agradables, menos asertivos y menos exitosos.
Atendiendo a tales connotaciones, no es de extrañar que las clínicas de injerto de pelo como las señaladas tengan tanto éxito, devolviendo la seguridad y la autoestima a cientos de pacientes cada día. Esta es la explicación de por qué los hombres gastan miles de euros en diversos tratamientos, como cirugías, implantes o diversos productos cosméticos y farmacéuticos para mantener un pelo fuerte y sano por más tiempo.