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Formas agradables de sentirnos mejor: los aceites esenciales y la aromaterapia

Formas agradables de sentirnos mejor: los aceites esenciales y la aromaterapia

Redacción - 25 de enero de 2019

En nuestra constante búsqueda para encontrarnos mejor, la aromaterapia y el uso apropiado de los aceites esenciales son dos métodos que, sin ser costosos, nos proporcionan más beneficios de los que en principio pudiéramos suponer.

Ambos están relacionados con la relajación, por lo que al utilizarlos estaremos entrando en una parte vital para nuestro día a día, pues en un mundo gobernado por las prisas y el estrés, debemos considerar seriamente dedicar un tiempo a la desconexión, al contacto directo con la separación de los problemas y el encuentro con la armonía con el entorno y con nosotros mismos.

El placer y los beneficios de usar aceites esenciales

A nadie que haya utilizado estos aceites para el masaje se le escapa la profunda sensación de bienestar que recibe, inevitablemente relacionada con la aromaterapia, pero con una mayor intensidad al percibirlas de nuestro propio cuerpo y no como agentes externos.

Efectivamente, los efectos de la aromaterapia, que veremos más adelante, consiguen una notable influencia positiva sobre nuestro bienestar si esta proviene de esencias botánicas concentradas, ya que este efecto se verá potenciado al utilizar el poder olfativo que emana de las plantas para conseguir diferentes niveles de sanación.

Para tener una vida más larga y saludable, más confortable y agradable, debemos saber impregnar nuestras estancias de los distintos aromas que se desprenden de los aceites esenciales. En Kaiser, la tienda online a la que redirige el enlace que acabamos de referenciar, encontramos las primeras marcas en este sentido, Durance o Lampe Breger, aceites botánicos esenciales puros y de grado terapéutico, nada de perfumes sintéticos o fragancias artificiales que pueden llegar a ser tóxicos.

Los aceites esenciales contienen compuestos volátiles biológicamente activos que pueden darse en concentraciones muy altas, lo cual puede brindar numerosos beneficios terapéuticos. Y es que cuando se inhala esta fragancia, el aroma penetra en el torrente sanguíneo a través de los pulmones, consiguiendo que se obtengan importantes efectos fisiológicos a través de los masajes. También pueden ser absorbidos por nuestra piel, llegando de igual modo a la sangre.

Está ampliamente comprobado que la fragancia que emiten los aceites esenciales también afecta positivamente al sistema límbico cerebral, que es el que posee el control de los recuerdos y las emociones. Así mismo, muchos poseen propiedades antibacterianas, fungicidas e incluso anti virales, sin que su uso produzca resistencia, como ocurre con los antibióticos.

Es un hecho constatado por la comunidad científica que ciertos aceites esenciales estimulan la actividad que realiza el sistema nervioso simpático, mientras que otros lo tranquilizan, por lo que podríamos modular conscientemente el ritmo cardiaco, la dilatación de los vasos sanguíneos y la presión arterial con el uso inteligente de estos aceites.

 El poder de la aromaterapia

Ya hemos visto que la inhalación de los aromas que se desprenden de los aceites esenciales repercute directamente sobre el organismo de los seres humanos, activando o relajando ciertas funciones vitales.

Y es que el olfato, siendo uno de los sentidos menos valorados, tiene un poderoso efecto sobre nosotros y nuestras vidas, tiene una memoria impresionante, de hecho, está directamente relacionado con la capacidad de recordar. Los olores son capaces de remontarnos a momentos particulares de nuestra infancia, o recordarnos a personas que hace años que no vemos. Como decimos, los receptores olfativos humanos detectan los más variados compuestos químicos presentes en los ambientes, ya que estos se conectan directamente con aquellas áreas del cerebro que estimulan las emociones y la memoria.

El poder de los olores es extenso y su uso para sanar el cuerpo y la mente es inmemorial. Uno de los aromas más utilizados para conseguir ambientes sanos y agradables, para hacernos sentir bien, en definitiva, es el que desprenden las almendras, muy utilizado para disminuir el dolor físico, un efecto que se consigue gracias a la liberación de serotonina, más conocida como la hormona del placer, con lo que también consigue mejorar sustancialmente el ánimo de quien lo inhala y lo ayuda a relajarse.

El jazmín produce sueño, calma el estrés y ayuda a la concentración, el perfume que desprende la lavanda reduce eficazmente los niveles de ansiedad, los dolores de cabeza y la tensión muscular que suelen provocar los estados de estrés. Así mismo, también se utiliza para aliviar temporalmente los dolores lumbares y la tensión, además, es un buen cicatrizante.

El olor a limón conseguirá levantarnos el ánimo y estabilizar el nivel hormonal, estimulando el sistema inmune, la canela esta relacionada con el equilibrio emocional, la fatiga, la ira, el enfado, pues estimula el sistema nervioso central. Las rosas, por su parte, tienen efectos directos sobre la depresión, el cansancio y los trastornos del sueño por estar relacionadas con recuerdos felices. Para finalizar, el jengibre es perfecto para preparar aceites aromáticos que tengan un efecto positivo sobre la circulación, previniendo mareos y calmando los síntomas de los resfriados, así como para levantar el ánimo y la pasión.