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No cuidamos a los mayores como se merecen

5 de febrero de 2019

No cuidamos a los mayores como se merecen

Desgraciadamente, ya sea por el propio funcionamiento de las sociedades capitalistas, ya sea por la poca concienciación que tenemos al respecto, la realidad es que si llegado el momento, dejas de ser productivo, te conviertes en un estorbo para la sociedad.

Podemos escudarnos en el ritmo de vida, en la forma que hemos elegido y sobre la que nos basamos para convivir en comunidad, que no hay alternativas económicas, que no tenemos tiempo ni recursos, etc., pero la realidad es que tratamos a nuestros mayores injustamente, como un producto que se deshecha y, lo peor de todo, es que nos estamos acostumbrando a esto, a que nuestra cultura cada vez se muestre más indolente sobre este tema.

Ya sea por egoísmo, puesto que en un futuro muy cercano seremos nosotros mismos los que pasemos por esta etapa, o porque valoremos realmente que todos tenemos derecho al descanso y una vida digna cuando dejamos de trabajar, el cambio de conciencia tiene que hacerse realidad y extenderse a todos los estamentos que hacen funcionar nuestra civilización.

Debemos ser cada uno de nosotros quien inicie el cambio y dedique más tiempo al cuidado de mayores, exija a los gobiernos más recursos para el cuidado de los ancianos o actúe con inmediatez sobre los casos más necesitados contratando los servicios de profesionales del sector para el cuidado de mayores por horas y a domicilio, pues el estrés y las incomodidades de ser tratados en un centro son numerosas. Las personas nos sentimos mejor, más seguras y cómodas en nuestros hogares, en espacios que conocemos y con los que nos sentimos identificados y protegidos.

Algunos consejos para cuidar de nuestros mayores en los hogares

Cuidar a nuestros mayores puede asustarnos en un principio, nos asaltan multitud de dudas de cómo hacer este trabajo para que se sientan cómodos, atendidos y con el cuidado debido a su propia intimidad. Pero esto no debe de darnos ningún miedo, podemos compararlo con la llegada de un bebé a casa por primera vez, cuando no tenemos claro cómo debemos actuar, pero la propia naturaleza de lo que somos nos va indicando el camino y lo hacemos bien. En el cuidado a los ancianos es muy parecido, solo tenemos que hacer lo que nos gustaría recibir llegados a esta edad.

El primero de los consejos que podemos ofrecer es tomarnos esta nueva función como algo positivo, divertido y gratificante, no como una carga, utilízalo como el momento del día de desconexión del trabajo, como descanso de las tareas habituales para hacer algo creativo, divertido, necesario, interesante con otra persona.

El segundo será algo más técnico, siéntate con la persona que necesita de tus cuidados y analiza la situación, realiza un diagnóstico en profundidad de lo que necesitáis ambos para llevar esta nueva tarea con solvencia y diversión. No olvides nunca divertirte con la persona que estás tratando, para llevar las situaciones más comprometidas con buen ánimo y pasar el tiempo en buena armonía, para que ambos deseéis la compañía del otro y no todo lo contrario. Prepara las habitaciones facilitando el acceso y colocando cerca los objetos más útiles, realiza una fusión entre hogar y hospital a vuestro gusto y criterio, contando siempre con la opinión de la persona que has de cuidar, su colaboración es esencial para que todo vaya sobre ruedas.

El tercero es que utilices las ventajas de internet para aprender y formarte en esta nueva faceta que se te abre ante ti. Prepárate con algún curso online o con páginas especializadas en el cuidado de ancianos, estudia y sabrás enfrentarte con mayor profesionalidad a los problemas que pudieran asaltarnos en este nuevo periodo.

Otro más, busca ayuda exterior, tanto a familiares y vecinos que puedan echarte una mano y sustituirte en momentos puntuales. Lo mejor es que otra persona de confianza haga un corre turnos contigo, para no dejar nunca o el menor tiempo posible al anciano o anciana desatendido. Igualmente es necesario contar con una agencia profesional para que acuda cuando sea necesario, es vital contar con asistencia profesional personalizada, ya sea como apoyo para las actividades diarias, como sustitución, para aprender cómo se hacen las cosas…

Debemos ser organizados, establecer un plan de seguridad, realizar cambios estructurales (sustituir bañera por placa ducha, colocar agarraderas en las paredes, salvaescaleras si la vivienda es de dos plantas o más…), llevar un registro de medicamentos, una dieta equilibrada, saber cómo cuidar el aseo personal, conocer cómo se hacen ejercicios físicos según la dolencia que pueda sufrir, organizar visitas y paseos para que siga socialmente conectado, pasear y mantener el contacto con la naturaleza, ejercitar la mente con juegos o ejercicios…

 

 

 

 

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