24 de abril de 2024
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Un informe de la defensa del dueño de la finca sostiene que Julen pudo morir por las tareas de rescate

Un informe de la defensa del dueño de la finca sostiene que Julen pudo morir por las tareas de rescate

Redacción - 27 de febrero de 2019

Tapón en el pozo de Totalán

La defensa de David Serrano, propietario de la finca de Totalán donde falleció Julen, ha presentado un informe que trata de establecer que el niño murió por los golpes en su cabeza de las herramientas empleadas por los efectivos de rescate para romper el tapón de arena.

Según este documento, al que ha tenido acceso EL MUNDO y que fue redactado por el arquitecto Jesús María Flores Vila, el menor no murió por la caída sino por los impactos de la herramienta usada a 73 metros de profundidad para retirar el tapón en los primeros días.

Dicho texto "se centra en el estudio de las grabaciones de vídeo e informaciones obrantes en el sumario, con el objeto de determinar el número, secuencia cronológica y naturaleza de las actuaciones llevadas a cabo en las primeras horas por parte de los equipos de salvamento y rescate tras la caída del menor Julen Roselló en un sondeo de prospección de agua el pasado 13 de enero".

En el documento que detalla el diario se afirma que en la grabación de 25 minutos de la primera cámara robotizada que se introdujo en el agujero el 13 de enero “sí se puede constatar” que el tapón “está compuesto principalmente por material disgregado y no compactado, tierra y pequeñas lascas de entre 1 y 2 cm de longitud, de aspecto pizarroso y del mismo color que el material que conforma las paredes del sondeo, lo que prácticamente evidencia que el material que conforma el tapón no sólo proviene de las propias paredes del sondeo sino que su presencia en ese lugar es reciente”.

Según el informe que describe EL MUNDO se observa en las imágenes “que se producen desprendimientos de pequeñas piedras y tierra, al contacto con alguna parte del dispositivo, de manera constante, lo que refuerza la hipótesis de que el tapón es de formación reciente y como consecuencia de los desprendimientos que provocaron los trabajos iniciales de rescate”.

En la segunda grabación los bomberos usan una piqueta de acero de un metro de longitud y de siete kilos de peso a partir de una barra corrugada de acero de 25 milímetros que se introdujo sostenido por una cuerda y que “durante toda la grabación se observa la caída constante de pequeñas partículas de material desprendidas de las paredes del propio sondeo”.

El documento afirma que en las imágenes del tapón se pueden apreciar los que serían las manos y la cabeza de Julen y que el menor podría haber sufrido un traumatismo craneoencefálico, víctima de los impactos de esa piqueta de acero.

"Los padres le escucharon llorar durante 30 segundos y es imposible que el niño se golpease con la cabeza puesto que cayó de pie. Podría ser que los impactos de esa piqueta le provocasen el traumatismo que provocó su muerte", sostiene el abogado Antonio Flores.