5 de marzo de 2019
Libran una batalla constante contra uno de los principales enemigos de la salud; los radicales libres. Los antioxidantes están presentes en muchos alimentos que debemos incluir en nuestra dieta diaria
Siempre tenemos como meta llevar una vida saludable con el fin de prevenir enfermedades y vernos cada vez más jóvenes. Sin duda unos de los primordiales aliados que tenemos para cuidar nuestra salud son los antioxidantes, de los que seguramente muchos habrán escuchado hablar, pero exactamente no saben qué son.
Los antioxidantes son moléculas que previenen y retrasan la oxidación de otras moléculas del cuerpo causada por la acción de los radicales libres. Al cumplir esta función, los antioxidantes estarán actuando para retardar los síntomas de envejecimiento.
Los radicales libres son moléculas de oxígeno con carga eléctrica potencialmente dañinas para el ADN celular, el que penetran acelerando el envejecimiento. Pueden originarse por el uso del tabaco, consumir alcohol, mala alimentación, la contaminación, exposición al Sol o a sustancias tóxicas, infecciones, radiaciones, además los produce el propio metabolismo del cuerpo.
El deterioro que producen con el tiempo los radicales libres se convierte en irreversible y es ahí cuando se da la aparición de enfermedades, por lo que es vital incrementar las dosis de antioxidantes y revertir estos efectos negativos.
Estudios científicos han señalado que los antioxidantes pueden resultar efectivos para prevenir enfermedades del tipo degenerativas como cáncer, deterioro cognitivo, Alzheimer, degeneración muscular, cataratas, entre otras.
¿Dónde están los antioxidantes?
El cuerpo humano está provisto de antioxidantes pero estos no serán suficientes para dar la batalla contra los radicales libres, por lo que la principal recomendación siempre será una dieta balanceada que incluya todos los alimentos ricos en estas moléculas que preservan nuestra buena salud.
En este sentido, es importante incluir en la dieta frutas, legumbres, vegetales y cereales integrales porque estos tienen altos niveles de estas beneficiosas moléculas. Podremos encontrar en estos alimentos altas concentraciones de carotenos, licopenos, selenio, vitaminas A, C, D y E, así como el flavonoide luteolina, uno de los más potentes en la lucha contra los radicales libres.
Y es que las propiedades de luteolina son antioxidantes, pero además tiene otras que nos hace darle una especial atención; activa el mecanismo de los carbohidratos, mejora la respuesta inmune y es antiinflamatorio. La podemos encontrar en manzanilla, tomillo, apio, cola de caballo, diente de león, brócoli, pimiento verde y rojo, café, menta, té, aceitunas verdes y negras, aceite de oliva, alcachofa, entre otros.
Se recomienda incluir en la dieta además chocolate negro, ya que contiene flavonoides en alta cantidad, también el tomate que tiene entre sus componentes el licopeno, la zanahoria que aparte de luteolina contiene betacaroteno, también arándanos y manzanas debido a que tienen proantocianidinas.
Hay quienes, al conocer los beneficios de los antioxidantes, por sí mismos deciden tomarlos como suplementos, lo cual no es recomendable. En este caso lo idóneo es que sea un médico quien los prescriba, porque cada quien reacciona a los antioxidantes de diferente manera de acuerdo, por ejemplo, a algún tipo de patología que esté padeciendo, una alta dosis podría afectar.
Aliados de la piel
Protegernos de los radicales libre pasa también porque si no lo hacemos estamos impidiendo la producción de colágeno que es vital para que la piel se mantenga elástica y tonificada. Además, causan inflamación, daña la dermis y estimula la producción de las temidas arrugas.
Debido a la guerra frontal que hacen los antioxidantes a los radicales libres, la industria de la cosmética los ha incluido entre los componentes de sus productos. Es así como son ampliamente usados vitamina E, resveratrol, retinol o molécula entera de la vitamina A, vitamina C, genisteína y la niacinamida.
Aplicarse una crema rica en antioxidantes permitirá la producción de colágeno manteniendo la piel suave y con lozanía, ayudará a mantener el nivel adecuado de aceite en los poros, contribuirá en la eliminación del acné, frenará la aparición de líneas de expresión y arrugas y podrá disminuir la pigmentación de melanina que ocurre por efectos de la edad.