6 de marzo de 2019
La Guardia Civil no contó a la opinión pública que hallaron pelos de Julen en la piqueta de 8 kilos a a las pocas horas de caer el menor al pozo de Totalán.
Estos restos fueron cotejados con el ADN de su familia según desvela un informe fechado en el 14 de enero de la Benemérita según publica EL MUNDO.
Los investigadores constataron que el 13 de enero, el día en que Julen cayó, a las 21:30 encontraron cuatro pelos del menor, uno de ellos con bulbo, adheridos a la piqueta que usaron los bomberos para romper el tapón situado a 72 metros de profundidad.
Según el diario, este hallazgo no se desveló hasta el 16 de enero en un desayuno informativo a los periodistas. Cuando lo contaron obviaron dar el dato de la piqueta de un metro de largo que habían arrojado al agujero para intentar romper el tapón. Tampoco se lo contaron al delegado del Gobierno en Andalucía Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
Tras encontrar estos restos biológicos del menor se retomó la estrategia de succionar el pozo.
Un agente de la Guardia Civil ha detallado a EL MUNDO que cuando vieron estos pelos cundió el nerviosismo en las personas que formaban el equipo de rescate. Decidieron usar una especie de cuchara ante la posibilidad de que la piqueta hubiera golpeado al niño.
Los superiores decidieron no informar de este asunto para no crear alarma y se abrieran especulaciones de que el niño había muerto por la piqueta.
El abogado del propietario de la finca, imputado por presunto homicidio imprudente, presentó un informe técnico donde se apoyaba la teoría de que la piqueta causó la muerte de Julen.