Redacción - 11 de marzo de 2019
Es curioso cómo nos cuesta acordamos de los primeros años de nuestra vida, especialmente cuando aún somos muy pequeños. Aún así y sin que lo sepamos, durante nuestros primeros años hasta entrar en la adolescencia, ya estamos fraguando algunos de los detalles más importantes de nuestra personalidad.
Nacemos, crecemos y nos relacionamos con más personas que nuestros padres y familiares más cercanos. Así van pasando los días, las semanas, los meses y los años. Tanto en las buenas experiencias y las alegrías como en otros acontecimientos más desagradables, construimos nuestra personalidad, así como la forma de enfrentarnos a los problemas cuando seamos adultos.
No en vano, el máximo objetivo en la vida de los padres es darles solo lo mejor a sus hijos. Pues un niño feliz, sano y centrado en aprender, jugar y disfrutar de su infancia, tendrá más posibilidades de convertirse en un adulto más optimista y capaz de lograr todo lo que se proponga en el futuro.
¿Pero qué pasa cuando algo se escapa de nuestro control y repercute en nuestros hijos? La sensación de impotencia es indescriptible. Por un lado, sentimos que hemos fracasado como padres o tutores al no poder proveer a nuestros niños de un ambiente feliz y sin desequilibrio en sus vidas.
No obstante, todos sabemos que en muchas ocasiones, la vida no es así de fácil y nos toca enfrentarnos a imprevistos, desagradables sorpresas y otras circunstancias. Todo esto, se acumula poco a poco y al final, acaba por resentir la vida de nuestros niños y las nuestras propias.
La mudanza a otra ciudad, la enfermedad de alguien cercano o del propio niño, la separación o divorcio de los padres o incluso problemas escolares de diversa índole… de una manera o de otra, acaban afectando a los más pequeños y, en ocasiones, no sabemos cómo abordarlas por nosotros mismos. Es en esos casos cuando no debemos sentirnos avergonzados de pedir ayuda profesional.
Esta es, sin duda, la reina de las causas en cuanto a estrés e inseguridad infantil. Debemos tener muy en cuenta que, hasta ahora, el niño ha vivido en un ambiente seguro y en mayor o menor medida, feliz. De repente, toda la estructura que ha conocido hasta ahora se desmorona y se viene abajo.
Incluso es muy frecuente que muchos niños se echen la culpa ellos mismos por la situación de los padres, aunque sea de manera inconsciente. Ni que decir tiene, que cuanto más pequeño sea, mucho más difícil se les hará entender esta nueva situación.
Son muchos los interrogantes que pueden rondar en la cabeza de los más pequeños y formar una bola de miedos que, de no ser tratada tiempo y por profesionales, puede acabar en problemas futuros. Uno de esos problemas podría ser el miedo a establecer relaciones afectivas con otras personas.
Como padres o tutores de nuestros niños, es normal tender a pensar que nosotros somos los principales responsables de su bienestar y educación. En efecto, así es. Pero a veces las situaciones se desbordan, se salen de control y comprobamos que nos está costando mucho más tiempo y esfuerzo.
Ahí es importante saber que hay otras vías más rápidas y eficaces para atajar el problema y que no vaya a mayores. Más aún cuando se trata de la salud, la felicidad y el bienestar de nuestros niños. Igual que lo llevamos al médico, ¿por qué no lo llevamos a otro profesional cuando está psicológicamente afectado?
Ellos funcionan con otras estructuras y esquemas mentales diferentes acordes a su edad y desarrollo. Por lo tanto, necesitan de una comprensión especial que, muchas veces, no podemos llegar a satisfacer aunque lo intentemos con toda nuestra mejor intención (no será por falta de ganas y esfuerzo).
Es en estos casos cuando entra la figura del psicólogo infantil, quien, con sus vastos conocimientos en psicología y la adecuada comprensión y ternura, ayudará en gran medida a los padres o tutores para que sus niños recuperen otra vez la sonrisa y vuelvan a ser los niños risueños que conocíamos.
Sin lugar a dudas, para nuestros niños siempre queremos lo mejor, por lo que si buscas un profesional de psicología infantil en Sevilla, asegúrate de dar con los mejores profesionales para tu familia. Encuentra calidad, comprensión y cercanía en Psico Coaching Escénica: tu centro de psicología en Sevilla de total confianza.
Aunque queramos solucionar nuestros problemas por nuestra cuenta y hagamos lo mejor por intentarlo, hemos de saber que no estamos solos. Aparte de nuestros amigos y familia, es muy beneficioso contar con la ayuda de auténticos profesionales que se preocupen por nuestra salud. Elige bien.
