Redacción - 9 de abril de 2019
Los autos en miniatura, las muñecas de porcelana, los dispensadores de caramelos Pez… el coleccionismo es un sentimiento que desconoce los límites de edad y sexo, no es cuestión de niños, ni tampoco con deudas que tengamos con la infancia. No busques ningún tipo de trastorno oculto, es una actividad que ha embaucado a miles de personas, una adicción que entra sin que nos demos cuenta y puede acompañarnos durante toda la vida.
La última gran fiebre del coleccionismo son los Funko Pop, esos muñecos caracterizados por enorme cabeza de origen estadounidense. En solo dos décadas, esta empresa norteamericana se ha convertido en un fenómeno global, y es que, tan solo en los último 5 años llevan vendidas más de 40 millones de unidades. Es una de estas historias de emprendimiento americano casero que comienza en un garaje, acaba marcando toda una época, y de paso haciendo ricos a sus fundadores.
Los Funko han dejado de ser tan solo productos de merchandising para convertirse en un hito de la cultura pop que inundan los escaparates de cada tienda figuras en Sevilla, en Barcelona, en Bilbao, en Madrid… sin duda son en estos momentos las figuras más demandadas por un público que no entiende de franja de edad ni se distingue por sexos. Todos somos amantes de los Funko y son los objetos de deseo más preciados de la tienda figuras Sevilla que encontrarás tras el enlace que hemos dejado para ti.
La historia de esta revolución adictiva para todo tipo de coleccionistas, profesionales y amateurs, comenzó en 1998, cuando tres amigos amantes de lo retro decidieron lanzarse al mundo del emprendimiento y crear su propio negocio. El concepto inicial mantenía con el diseño actual su rasgo más característico, un personaje cabezón. Computer Bob, fue su primer personaje y se trataba de un hombre con un ordenador por cabeza. Aunque no tuvo éxito, sí fue la semilla el germen del proyecto y ya tan solo se trataba de hacerlo crecer.
Mike Becker, uno de los fundadores en un viaje a los ángeles quedó maravillado cuando vio un escaparate de la tienda Sparkys con cientos de dispensadores de caramelos Pez. Eso era lo que él quería hacer con sus funko, así que él y sus amigos se pusieron a diseñar un muñeco y volvieron a la tienda de los estudios Universal: «Te los regalo para que los pongas a la venta. No tienes nada que perder». Al día siguiente, se habían agotado y así comenzó la carrera imparable de los Funko Pop. A partir de ahí, comenzaron a conseguir las licencias de diferentes marcas comerciales, personajes famosos de series de televisión y cine sobre todo, aunque también hacían colecciones propias.
Betty Bob y Freddy Funko fueron de los primeros funko pop que aparecieron, aunque fue Austin Powers, gracias al gran éxito de la película, el que puso a Funko en el punto de mira internacional.
El estrés hizo que Mike Becker terminase por vender la empresa en 2005 a Brian Marotti, un amigo suyo, que sigue como CEO, aunque pasó por un bache que duró tres años, hasta que Warner Bros les dio la posibilidad de utilizar su licencia si creaban algo que mantuviese la esencia, pero fuera original. Y así fue como nacieron los Funko Pop! actuales.
Los primeros personajes que aparecieron en esta nueva Era de los funko fueron Batman, Joker, Linterna Verde, entre otros. En un principio, el recibimiento no fue del todo bueno por lo coleccionistas clásicos, pero poco a poco fue en aumento.
Con el tiempo las ventas fueron creciendo; y no tuvieron que esperar demasiado para que los coleccionistas hicieran largas colas para tener las ediciones especiales y los fans los compraban para que sus ídolos reales se los firmaran. Ya nada podía parar este fenómeno que ha invadido todas las estanterías de las tiendas de figuras hasta convertirse a nivel mundial, en un icono de la cultura pop.
Puedes encontrar tu muñeco Funko de cualquier cosa, ya sean cantantes, personajes de tus películas o series favoritas, de Disney, Marvel, Terror… Y es que cualquier cosa, si existe, puede convertirse en Funko.
Los expertos encuentran su clave del éxito en que son relativamente económicos para ser objetos de colección y además cuentan con una enorme variedad que cubre todos los gustos, y son aptos para todas las edades.
Mike Becker, algo más de 20 años más tarde de dar vida a este proyecto, no se arrepiente de haberla vendido, y sí se siente satisfecho de haber hecho realidad un sueño, que consistía en plasmar el concepto de diversión en un objeto que ha llegado a unir a gente de todo el planeta. Actualmente, colabora con la empresa en un nuevo frente, una línea de ropa, que no nos cabe ninguna duda que tendrá una larga y exitosa trayectoria.
