19 de abril de 2024
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La alimentación, más allá de instinto

La alimentación, más allá de instinto

Redacción - 10 de mayo de 2019

El acto de alimentarnos nos ocupa alrededor de 7 años en una vida normal, es por tanto una de las actividades que más veces acometemos y, afortunadamente, además de la necesidad de acabar con el hambre, de cumplir con el instinto primordial de mantenernos con la suficiente energía útil para seguir vivos y realizar el resto de actividades, también lo hacemos con el deseo de satisfacer los 5 sentidos, es decir, como instrumento para el placer.

Sobre todo, las personas que tenemos la suerte de vivir en las sociedades más avanzadas, hemos descubierto los mil y un secretos y placeres que al paladar pueden ofrecer los alimentos según a qué se procesos sometan, la cocina ha llegado a convertirse en un nuevo arte que a todos gusta.

Por otro lado, la alimentación, en su camino para superar la fase primaria instintiva de la supervivencia, también se ha convertido en un evento social. Desde las comidas en familia diarias, hasta las fechas más señaladas en el calendario por las diferentes festividades, la mesa se convierte en la excusa perfecta para que todos disfruten del encuentro.

Incluso las más distendidas, como las comidas en el campo o las barbacoas, son ideales para disfrutar de otro tipo de manjares y preparación. En este sentido, en Ibecosol podremos encontrar gran variedad de carbón vegetal para barbacoa, de distintos tamaños y calidades, que como sabemos será lo que le de ese especial sabor a las carnes y verduras que se hagan al calor de sus brasas.

Está claro que el concepto de alimentación ha cambiado, que es algo que va más allá del instinto. Al tener cubierta esta función, buscamos modos de hacerla más sabrosa y divertida, pero también más saludable, al menos en los últimos tiempos, pues nos vemos obligados a detener esta deriva global en la que se ha convertido la producción de alimentos, en la que se tiene más en cuenta los ingresos económicos que los beneficios a la salud.

Una alimentación sana y equilibrada

Es fundamental clasificar los alimentos para elegir o desechar los más convenientes hasta tener los necesarios para cumplir con una dieta que favorezca y potencie la salud a nuestro organismo. Debemos rechazar aquellos que proporcionen excesos de grasa saturadas, azúcares y harinas refinadas, y en general todo tipo de alimentación procesada, y buscar alimentos ricos en antioxidantes, comer más frutas y verduras, controlar que los alimentos hayan sido cultivados con procesos naturales, respetando el medioambiente, sin productos químicos en ninguno de los apartados de su cultivo, producción o mantenimiento.

En general, se considera que tenemos una alimentación sana y equilibrada cuando ingerimos variedad de alimentos, pero, como decimos, sin que estos hayan pasado por procesos industriales pesados. También cuando añadimos más fruta y verduras a la dieta, reduciendo la ingesta de bollería industrial, consumiendo la cantidad justa y las proporciones adecuadas de cada alimento, realizando 5 comidas al día, pero que ninguna de ellas sea, en exceso, copiosa. Además, deberemos consumir más líquidos, sobre todo agua y zumos naturales sin azúcar añadida.

La cocina ecológica

El respeto por lo natural en la alimentación también debe dar un paso más allá de lo que se consume, de tal modo que el consumidor tuviera siempre en cuenta cada objeto que compra, que sean los más respetuosos posibles en su cadena de producción con la naturaleza, que cumpla con leyes de conservación del entorno y del comercio justo.

Casi todos los objetos que podemos adquirir comienzan a tener su reglamentación para que sea ecofriendly, como por ejemplo las Sartenes ecológicas que podemos adquirir tras este enlace, que además son sartenes antiadherentes libres de los revestimientos de ácido perfluorooctanoico (PFOA) , y sin politetrafluoroetileno (PTFE), sartenes sin teflón ni metales pesados.

Con una pequeña búsqueda por internet, podremos encontrar una gran cantidad de elementos y herramientas para la cocina que son respetuosos con el medioambiente, algo que tiene una repercusión directa sobre la salud de lo que ingerimos, no solo por los componentes perjudiciales que pueden ir soltando con su uso, sino también por el coste medioambiental que tuvo su fabricación, pues como sabemos, La Tierra es un ecosistema cerrado, lo que implica que cualquier cosa que hagamos, sobre todo en lo referente a la contaminación, tendrá su efecto en el conjunto y tarde o temprano tendrá su repercusión en la cadena alimentaria.

El evento social de salir a comer

Ya lo dijimos brevemente, comer también se ha convertido en un evento social, y salir a un restaurante, a realizar una ruta de tapas, de pintxos, o por los bares de la ciudad es un placer al que pocos nos queremos negar.

La posibilidad de elección, en cuanto a restaurantes, es muy amplia. Cada ciudad tendrá sus mejores y peores restaurantes, pero por regla general podremos elegir entre aquellos que ponen comida casera, propia de la región, aquellos restaurantes que tienen una carta propia y exclusiva a gusto del chef, aquellos otros que están especializados en comida rápida, como las cadenas de hamburgueserías (que debemos evitar si queremos comida sana) o aquellos que ofrecen platos de otros países o lugares, como la comida china, japonesa, griega e italiana, como las más populares.

En referencia a esta última, la pizzeria Granada es el mejor ejemplo que podemos encontrar para conocer este tipo de plato tradicional italiano, la pizzería Desi es el más claro referente de calidad y buen servicio cuando hablamos de pizzerías en Granada. Un plato que es mundialmente conocido, y aunque todos estamos convencidos de que nació en Italia, parece que esto no fue realmente así, aunque sí fueron los italianos sus verdaderos y únicos creadores. Las referencias nos trasladan a los suburbios norteamericanos, en los barrios italianos de ciudades como New York, en los que las familias pobres aportaban cada uno lo poco que tenían y lo extendían en estas masas de pan crujiente.

En cualquier caso, la mayoría de nosotros coincidimos en asegurar que salir a comer platos, de aquí o de allá, preparados por profesionales, es uno de los grandes placeres que lleva el convivir en comunidad. Podremos dedicar un rato de ocio familiar o con amigos, e incluso laboral en reuniones de empresa, realizando una actividad de la que disfrutamos con los sentidos, mucho más allá del simple instinto, apreciamos los olores, los sabores, las texturas, la presentación…