
5 de junio de 2019
Someterse a una intervención de cirugía plástica, estética o reparadora es una decisión difícil, pero por fortuna la ciencia médica avanza a grandes pasos. Esto obliga, en cualquier caso, a consultar siempre con profesionales y ponerse en manos de clínicas con experiencia, que trabajen con las mejores tecnologías y tengan ya una trayectoria consolidada en el sector.
No obstante, esta no es la única recomendación a tener en cuenta antes de someterse a una intervención quirúrgica. Previo a dar el gran paso, toda aquella persona que opte por este camino debe tomarse un tiempo para informarse bien, conocer los posibles riesgos y, como comentamos, escoger de manera adecuada al cirujano plástico que llevará a cabo la intervención.
En medicina estética y reparadora, como ocurre en cualquier tipo de cirugía, la habilidad y los conocimientos de los profesionales son claves para obtener unos buenos resultados adaptados a las necesidades de cada paciente.
Con respecto a los motivos para entrar en un quirófano, todos son igualmente respetables: cirugía reparadora, subsanación de defectos físicos derivados de algún accidente o situación vital (como el embarazo y la lactancia), mejora de la imagen física, pero en todos ellos debe primar conocer de antemano los riesgos, cada vez menores, que supone someterse a intervenciones de este tipo.
El primer punto a comprobar por parte del paciente es la acreditación y especialización del cirujano. El paciente debe estar seguro en todo momento que se pone en manos de profesionales titulados y especialistas en cirugía plástica, estética y reparadora.
En muchos países, estos es posible comprobarlo en bases de datos y registros oficiales de los organismos de sanidad. Otra opción es consultar sus redes sociales o espacios webs, como la que muestra el cirujano plástico Dr. Guevara. Este Cirujano plástico en Bogotá ofrece en su página web información completa su trayectoria formativa y su experiencia en este campo. El doctor Guevara pasa por ser una de los mejores cirujanos plásticos en Bogotá y Colombia.
Un segundo aspecto importante es establecer una buena relación con el cirujano, que exista sintonía. En intervenciones de este tipo, en las que participan factores de riesgo, el nivel de confianza entre los profesionales sanitarios y los pacientes es un factor clave para el éxito de la intervención.
El paciente en todo momento ha de tener el valor para expresar su caso y plantear sus miedos e inquietudes. Del otro lado, el equipo médico, debe saber escuchar y fomentar esta relación cercana, para que el paciente entre a quirófano sin miedos. Por descontado, las posibles consecuencias de la operación y los resultados posteriores deben ser conocidos por el paciente, para que así conozca de primera mano cuál será su estado posterior. Como no, tras la intervención llega el posoperatorio, que en ocasiones es más complejo que la propia intervención.
El posoperatorio depende casi exclusivamente del paciente, de sus buenos hábitos. Salvo contadas excepciones en las que hay que visitar la clínica de nuevo para algunas revisiones, el estado estético definitivo dependerá del buen hacer del paciente, y es aquí donde se comprueba si realmente ha sido obediente con los consejos de los profesionales.
Un tercer condicionante importante que ayuda a elegir profesional es el nivel de las recomendaciones. Las intervenciones estéticas no dejan de ser como otro producto o servicio que se compra, de modo que los clientes atienden con mucho interés a las opiniones de otros pacientes.
Si sucede además que un conocido ha pasado por la misma situación y su resultado es satisfactorio, esta es el mejor camino para decantarse por ese profesional. En la actualidad, internet es el principal canal para buscar testimonios y valoraciones de otros pacientes: foros especializados, redes sociales, páginas webs de clínicas, etc.
Para finalizar volvemos un poco al inicio, pues hablamos de la experiencia. No se trata solo de que el profesional tenga mucha experiencia en intervenciones de cirugía estética, sino que debe acumular horas de clínica en los procedimientos concretos que va a realizar.
A esto se suma la evolución continua de la cirugía y sus medios, de modo que no vale con tener mucha experiencia en determinadas técnicas, sino que los profesionales deben ir reciclándose, incorporando esas nuevas tecnologías que, por lo general son menos invasivas y más eficaces.