04 de octubre de 2023
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Castillos hinchables, divertidos pero seguros

Castillos hinchables, divertidos pero seguros

Redacción - 10 de junio de 2019

Pocas cosas gustan más a los más pequeños de la casa que saltar, caer, rebotar… encima de un castillo hinchable, todos los que somos padres lo hemos vivido. Cada vez que en una feria, plaza, cumpleaños o fiesta infantil hay uno de estos hinchables podemos ver la sonrisa que cubre el rostro de nuestros hijos, sabemos que nada les parará hasta que consigan su objetivo de subir y reír a carcajadas mientras les dejemos allá arriba.

La diversión de los castillos hinchables no viene solo por ser una zona donde pueden botar y caer libremente con seguridad de que no les pasará nada, también por la cantidad de toboganes, figuras, colores, tamaños… en definitiva, por la estructura y el diseño que puedan tener que les hace que entren fácilmente en su propio mundo de imaginación y diversión.

Pero para nosotros, los padres, hay algo fundamental que deben tener en cuenta los que alquilan estas zonas de recreo tan espectaculares, y es saber elegir entre las empresas de castillos hinchables que cumplan las normativas, como los de Profab hinchables, considerados líderes en seguridad para este tipo de productos. Ya sean los profesionales que de feria en feria o eventos se ganan la vida cobrando entradas para que los niños puedan subir durante un periodo de tiempo limitado o por los mismos padres cuando alquilan estos castillos para fiestas de cumpleaños, comuniones, bodas o cualquier evento familiar, deberán prestar especial atención a los sistemas de anclaje y que el castillo en sí ofrezca la suficiente garantía de calidad.

Los diseños de todos los hinchables de la empresa Profab Hinchables cumplen la normativa EN-14960:2006, vital para que todos, tanto niños jugando como padres observando, puedan estar tranquilos y disfrutar de una jornada de diversión y risas sin ningún tipo de temor. Además, esta empresa ofrece la oportunidad de que el cliente pueda inspeccionar el hinchable antes de adquirirlo y dar un certificado si no cumple con la normativa mencionada.

La seguridad en los castillos hinchables

No es nada habitual, pero sí ocurre. En los últimos 15 años, tres menores perdieron la vida y otros 50 más resultaron heridos en este tipo de atracciones. El último ocurrió en junio del 2017 en Mas Oller de Caldes de Malavella en Gerona, donde una niña de seis años murió junto a otros seis menores que resultaron mal heridos al salir volando por una ráfaga de viento que levantó el castillo donde jugaban.

Para evitar este tipo de accidentes, los hinchables están obligados a cumplir la directriz mencionada en el punto anterior y que marca la normativa europea, UNE EN 14960, aunque también pueden cumplir con la UNE EN 13814, además de cumplir con otros controles e inspecciones periódicas con las que se garantiza que pueda ser usado sin peligro.

Del mismo modo, también te recomendamos tener un buen seguro para empresas por lo que pudiese suceder, aunque siempre es mejor prevenir y asegurar estos castillos de forma eficaz. En determinados casos, su uso está prohibido, por ejemplo, si el viento alcanza los 38 kilómetros hora, aunque, como norma general, los castillos hinchables no deben usarse nunca si hay viento si este sopla a más de 15 kilómetros hora.

En cuanto a los anclajes, que deben colocarse siempre para afianzar la estructura, deben ser planos, es decir, que no sobresalgan para evitar accidentes. Si esto no fuera posible, se utilizarán sacos de arena, aquí puedes ver como anclar un hinchablehttps://www.youtube.com/watch?v=rTNoLOB9WLs de la forma más segura posible. Otro factor importante en la seguridad es el que se refiere al inflado que debe ser uniforme, una vez lleno se debe revisar la firmeza de la zona dedicada al acceso al castillo y la de salida, por ser estos espacios los más propensos a las caídas por pérdidas de equilibrio. El aparato utilizado para hinchar el castillo debe estar apartado de la zona de juego al menos 1 metro, con espacio libre alrededor y con el tubo que se utiliza para la entrada del aire bien extendido.

En cuanto al espacio circundante al castillo debe quedar totalmente libre por al menos dos metros, considerándose como espacio de seguridad, cubriéndose de materiales que consigan amortiguar una posible caída. Es recomendable que los niños que usen el castillo al mismo tiempo tengan aproximadamente la misma constitución física y todos, sin excepción, deben entrar sin zapatos.

Por último, es de vital importancia la permanente mirada de monitores especializados, tanto para su funcionamiento como para prestar auxilio en caso necesario. Por supuesto deben contar con un seguro de responsabilidad civil y su correspondiente licencia de actividad, además la instalación eléctrica correspondiente no debe ser accesible al público en ningún caso.

Desastres por mal anclaje alrededor del mundo

No son pocos los casos en los que debidos a un mal anclaje del castillo hinchable y una corriente fuerte de viento la diversión ha terminado en desastre, con víctimas y heridos, de hecho, esta es la principal causa de accidentes en estas zonas de ocio, un acontecimiento que se reproduce con demasiada frecuencia en cualquier país.

Además de la mencionada muerte de la niña de 6 años en Gerona, los casos por no estar bien anclados al suelo y no poder soportar una racha de viento se repiten por todo el mundo. En Florida, por ejemplo, una de estas atracciones salió volando, Fort Lauderdale en Florida, hiriendo gravemente a sus tres ocupantes menores de edad. En China, se vivió un accidente parecido, pero en lugar de un pequeño tornado fue una tormenta de arena levantando el castillo del suelo y llevándose la vida de dos niños y dejando un balance de 18 heridos.

En Rusia otra atracción mal instalada y una ráfaga de viento se la llevó por los aires empujándola hasta una carretera muy transitada de la ciudad de Siberia. De este accidente resultaron heridos de distinta gravedad cinco menores con edades comprendidas entre cuatro y seis años, tres de ellos muy graves.

También en México, en esta ocasión fueron tres hinchables, ninguno anclado ni atado, durante la celebración de una boda, el viento los elevó y se los llevó por los aires como si fueran globos de helio, los niños fueron cayendo con un resultado de cinco heridos.