Digital Sevilla
20 de junio de 2019
Internet y las redes sociales han supuesto un cambio fundamental en nuestras vidas. La pregunta que surge a muchos tras esta impactante penetración de la tecnología en nuestro día a día es, ¿es este cambio positivo o negativo?
Obviamente, no existe una respuesta cómoda para esa pregunta, pero lo que es indudable es que no es oro todo lo que reluce en nuestras vidas. Tras la impresión de que internet y las redes sociales son gratis y abiertas, lo que se esconde es una especie de contrato que los usuarios “firman” a sabiendas de que están vendiendo su privacidad, entregando datos personales a grandes empresas, que son las que filtran a sus targets de público a través del comportamiento en las redes.
La autora Marta Peirano, en su último libro “El enemigo conoce el sistema”, de la Editorial Debate, mantiene que uno de los grandes objetivos de las grandes empresas tecnológicas que diseñan las aplicaciones que utilizamos a diario es que pasemos la mayor cantidad de tiempo posible en ellas, interactuando, para ofrecerles nuestra información, nuestros datos.
Aplicaciones o plataformas como Netflix, Spotify, Whatsapp o Instagram generan cierta adicción y esa atención que generan es la herramienta necesaria para obtener datos. La idea no es convertirnos en unos adictos de la tecnología, sino que pasemos tiempo interactuando con el móvil o el ordenador.
En esta lista de herramientas tecnológicas que hoy presentamos como básica, la primera que destacamos es hackingtor, que es una aplicación para hackear whatsapp. A través de esta aplicación se puede espiar whatsapp, conocer el contenido de otros usuarios en esta aplicación de mensajería instantánea para estar al tanto de lo que se comenta.
Si algo queda claro en esta era es que somos incapaces de vivir sin un contacto diario con la tecnología y los dispositivos móviles. La cuestión sobre si la tecnología nos hace más inteligentes o por el contrario lo que consigue es atontarnos más es un debate constante y que está presente desde hace años.
A día de hoy parece imposible renunciar a la tecnología, porque es una fuente de entretenimiento, información, empleo, accesibilidad… Los teléfonos móviles se han convertido prácticamente en una extensión más de nuestro cuerpo, en un apéndice más.
Los smartphones son como pequeños ordenadores, porque gracias a ellos, todas sus prestaciones y las muchísimas aplicaciones que podemos instalar, ya casi no necesitamos utilizar ordenador en casa.
De hecho, en muchas viviendas, especialmente personas adultas que tienen ocupaciones que no están relacionadas de manera directa con trabajos de oficina, sino que son más bien trabajos físicos, existe una tendencia cada vez más frecuente a no tener ordenador en casa, y suplir ese equipo informático por dispositivos móviles.
Con un smartphone, las personas pueden consultar su correo, comunicarse con otras personas vía Whatsapp o Messenger, hacer compras, descargarse aplicaciones para ver contenido en streaming, ver vídeos en Youtube, hacer operaciones financieras… Y todo ello de manera mucho más rápida y cómoda que desde un ordenador.
En caso de que la pantalla del teléfono sea pequeña para algunas de estas acciones, como por ejemplo ver películas o series a través de internet, las soluciones pasan por una tablet o bien una smart tv.
Pero, ¿y qué ocurre con otras muchas personas que sí requieren un uso más específico de aplicaciones informáticas? Estudiantes, personas que trabajan en una oficina, escritores, guionistas, creadores, influencers, community managers… para todos esos colectivos, una tablet y una smart tv soluciona pocos problemas.
Desde mochilas portátil ofrecen mochilas para portátiles, pues este equipo informático que podemos desplazar hasta cualquier lugar cómodamente necesita estar bien protegido. En este portal nos muestran diferentes modelos de mochilas para portátiles, diferenciando entre bolsos y backpacks.
El portátil es el equipo informático más adecuado para todos estos colectivos, por su facilidad de uso y desplazamiento, pero esto no impide que también sean necesarios otros dispositivos electrónicos como los smartphones.
En la actualidad, una persona en edad activa que esté al día de las nuevas tecnologías, es prácticamente imposible que no cuente con diversos dispositivos electrónicos: smartphone, tablet, laptop, smartwatch…
En el caso de los móviles, el tema de la protección es fundamental. Algunos modelos tienen precio que se acercan o que superan incluso los 1.000 euros, de modo que hablar de Fundas para móviles y carcasas es algo imprescindible. En Tomoviles.com muestran diferentes fundas y carcasas de diseño para tener este dispositivo protegido ante posibles golpes pero que al tiempo gane en espectacularidad, que sea más atractivo para los usuarios.
Una última herramienta o dispositivo que comienza a resultar imprescindible en la actualidad son los paneles solares. Es cierto que la energía solar guarda poca relación con el consumo tecnológico a nivel usuario: teléfonos móviles, laptops, aplicaciones…
No obstante, de algún modo todo esto está relacionado porque para que los dispositivos tecnológicos funcionen necesitan consumir electricidad, o batería, y el consumo eléctrico acaba repercutiendo en la economía del hogar.
España vive una situación un tanto anómala a nivel europeo, pues se trata sin duda de uno de los países con mayor número de horas de sol en el continente pero es al mismo tiempo un territorio en el que la energía solar fotovoltaica no termina de asentarse.
Por fortuna, los paneles solares son cada vez más frecuentes en todo tipo de instalaciones. Desde la web Panelessolaresfotovoltaicos.com nos muestran completa información sobre estos elementos, la dinámica para generar electricidad, el precio de los paneles solares, qué tipos de paneles solares fotovoltaicos existen y muchos otros detalles.
La apuesta por las energías renovables como principal sustituto de los combustibles fósiles es una de las dinámicas que va a permitir evitar el colapso climático que anuncian estamentos como la ONU para el año 2030.
El planeta Tierra vive una profunda crisis ambiental y el único camino para salir de ella es introducir cambios significativos en el consumo de recursos naturales, reduciendo el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero, introduciendo cambios hacia una movilidad más sostenible, promoviendo el consumo de alimentos de proximidad y potenciando el decrecimiento económico en algunas áreas del planeta.
