Redacción - 26 de agosto de 2019
Ir a un concesionario y adquirir un vehículo, ya sea nuevo o de segunda mano, no es la única posibilidad de comprar un coche. Las ventas por internet y las subastas de coches se posicionan como alternativas interesantes para hacerse con vehículos a precios económicos.
En el caso de las subastas, no ha sido hasta la generalización del acceso a internet cuando esta posibilidad se ha extendido. En la actualidad, cada vez son más compradores los que se interesan por las subastas de coches del Parque Móvil del Estado o de decomisos policiales.
En los últimos años aparecen con fuerza también vehículos de bancos y empresas de renting que utilizan este señuelo como vía para liquidar los automóviles que proceden de las flotas de alquiler.
Los coches subastados pueden ser una adquisición muy interesante, pero hay que andarse con mucho ojo, pues es habitual que estos vehículos incluyan algún defectillo. Para evitar operaciones ruinosas, se pueden seguir una serie de consejos que van a mejorar la experiencia.
En las subastas de la Administración se pueden conseguir vehículos procedentes de Ministerios, Ayuntamientos o embargados por Hacienda con un ahorro de entre el 15 y el 20% respecto a su precio de mercado. Las subastas públicas se publican en el BOE o por la prensa y para estar al tanto de ellas se puede consultar con las delegaciones de Hacienda o Seguridad Social y el Parque Móvil del Estado.
Existen también portales en internet que ofrecen la venta de coches a través de subastas destinados para profesionales. Ese es el caso de https://www.adesa.eu, que pone a disposición de los usuarios más de 2.000 vehículos al día procedentes de empresas de leasing, compañías de alquiler de coches, propietarios de floras e incluso fabricantes.
En la mayoría de casos, no se ha de cumplir ningún requisito para participar en una subasta de coches, más allá de disponer de la cantidad de dinero que se desea pujar. No obstante, en algunas pujas presenciales es imprescindible depositar una cantidad variable como fianza. Si el vehículo que está en juego es un coche de varios centenares de miles de euros, un 5% de esa cantidad total si es una cifra elevada.
En cualquier caso, la fianza solo se pierde si el participante decide echarse atrás en una oferta realizada durante la subasta.
Por norma general, y a pesar de que se pueden encontrar chollos en las subastas de coches, los vehículos suelen tener muchos kilómetros. Si no son embargados, no es extraño que presenten algunos daños por mal uso o por un mantenimiento incorrecto. No obstante, en un portal como Adesa también encontramos vehículos con menos de 20.000 kilómetros a precios muy competitivos.
Un segundo condicionante importante es que nunca dejan probar los coches, al menos en las subastas presenciales. Ni tan siquiera arrancar el motor. En las subastas públicas, la Administración revisa y repara sus coches antes de subastarlos, salvo los vehículos embargados, que se subastan en su estado original.
Si se consigue tener éxito en la subasta, es imprescindible exigir el libro de mantenimiento oficial del vehículo o bien un documento que acredite el historial del mismo. Además, es recomendable que un mecánico de confianza revise algunos puntos estratégicos del coche.
En el caso de que el automóvil adquirido haya pertenecido a un particular, los riesgos son mayores. En la operación ha de utilizarse un contrato de compraventa entre particulares que deje constancia de todo y que sirva como garantía en caso de estar siendo víctima de un fraude.
No debemos olvidar tampoco que los coches subastados pueden tener multas y cargas. Durante la venta del vehículo, todo esto debe estar completamente liquidado. En este sentido, para cerciorarse de que todo está en regla se puede solicitar un informe denominado Informe de Matrículas, que tiene un precio de unos 20 euros y se solicita en cualquier delegación de Tráfico.
Un último consejo es desconfiar de los vehículos que se ponen a la venta a precios excesivamente baratos. Si el vendedor hace esto y solicita un anticipo a través de entidades tipo Western Unión, es posible que sea un intento de fraude.