4 de septiembre de 2019
Las casas de muñecas son el escenario perfecto para que muchos utilicen su imaginación y cumplan algunos de sus sueños, mediante la decoración de casitas clásicas o algunas muy modernas.
La construcción de casitas a escala o espacios en miniatura cuentan con una tradición de cientos de años. Hoy en día son el regalo ideal para que los niños jueguen, pero también para muchos adultos amantes de la decoración, que aprovechan estos escenarios para crear sus ambientes de fantasía.
Existen una gran variedad de modelos de casitas en la actualidad, desde las antiguas que nunca pasan de moda, hasta las que tienen un diseño moderno y minimalista. Además de las casas de muñecas completas y grandes, se pueden encontrar casas de verano, sótanos, jardines,invernaderos, minicasitas, entre otros.
Los amantes de este tipo de construcciones pueden comprarlas montadas, semi-montadas o sólo con su estructura, pudiendo pintarla a su gusto. Por otro lado, se pueden conseguir muchos complementos y accesorios para ir agregando al ritmo que se desee, de esta manera, se puede obtener una casa de muñecas única, con un diseño interior muy personal.
Las casitas a escala son el regalo perfecto para los niños, ya que estas construcciones nunca pasan de moda y con ellas pueden vivir muchas aventuras y usar su imaginación. Las casas de muñecas son convenientes para los pequeños, ya que pueden ejecutar juegos donde crean personajes y desarrollan su creatividad.
Las particularidades de las casas a escala
Como se encuentran en diversos tamaños y modelos, se puede escoger, por ejemplo, una casa pequeña de una planta que no ocupe mucho espacio en caso de vivir en una vivienda con pocos metros cuadrados. Además, los precios también varían, permitiendo al comprador optar por una, según su presupuesto y gusto.
El material con el que suelen ser construidas estas casas es la madera DM. Las casas de muñecas en kit vienen en paquetes de construcción y se adquieren desmontadas, sin empapelado ni pintura, para que el comprador pueda elegir los colores y accesorios restantes de su preferencia para conseguir un diseño único.
La escala en que frecuentemente se construyen estas casas es la 1:12. Así que, con estas dimensiones, todo se encuentra representado en un tamaño 12 veces más pequeño que el original. Los complementos se pueden ir agregando, y por las medidas universales que manejan, se adaptan perfectamente a la casa.
Los accesorios son los que consiguen que la casa de muñecas cobre vida, así que la persona debe agregar, de acuerdo a sus gustos, complementos como muebles, alfombras, mesas, estantes, camas, cortinas, sillas, armarios, lámparas, macetas y cuadros.
Para decorar las paredes, suelos y techo se pueden agregar papeles con diseños especiales que representan, por ejemplo, azulejos, parquet y mármol, o elementos de carpintería como molduras y tejas. También se pueden agregar personajes y complementos relacionados con la comida y la cocina, como frutas y vajilla.
La tradición de las casas de muñecas
Las casas a escala comenzaron a diseñarse para representar la reputación y prestigio de un propietario, al tener una pequeña réplica de su propiedad. Estas piezas pasaban a ser parte de las colecciones de arte de las familias y eran expuestas en lugares significativos de la vivienda.
Las casas de muñecas están inspiradas en las casas de bebés, que tienen su origen en Europa, y consistían en un armario con exposición de arquitectura y de detalles en miniatura. Éstas eran exclusivamente para adultos, para cuidar y conservar el bienestar de la construcción.
Las casitas comenzaron a ser un regalo para niños en el siglo XVII. La primera sobre la que se tiene documentación es la regalada por el Duque Alberto V de Baviera a su hija en 1558, quien junto a su madre la Duquesa Jacoba, eran aficionados a las miniaturas y tenían colecciones.
La más antigua que se conserva es la réplica de una casa urbana de Nuremberg del año 1611. Las casas de muñecas, por lo general, se realizaban para esa época mayoritariamente en Alemania, Inglaterra y Holanda, y cada lugar tenía características especiales para los diseños y formas de ser empleadas.
En Inglaterra representaban exclusivamente una réplica en miniatura, las cuales tenían fachadas realistas para imitar a la perfección sus propias residencias. En Holanda coleccionaban las réplicas en miniatura de sus muebles, porcelanas y pinturas, y las colocaban en estos armarios que asemejaban el interior de sus casas, pero no poseían fachadas.
Las casitas alemanas poseían un elaborado mobiliario, solían carecer de fachadas, pero sí contaban con tejados y paredes. Aunque en muchos lugares no se dejaba jugar a los niños con estas casas, en Alemania se consideraba un juego didáctico para enseñar a las niñas a ser amas de casa.
Las colecciones en la actualidad
Aunque en la antigüedad eran diseñadas para personas acaudaladas para reproducir las miniaturas de las propiedades, y así, exhibir su estilo de vida, en este momento cualquier persona puede acceder a esta afición, encontrando diversos precios y modelos, que suelen ser adaptados según los gustos.
Su confección de cuidados detalles atrae tanto a niños como a adultos. Particularmente, los menores deben contar con más de 3 años para que aprendan a conservar estas casitas y para evitar que se lleven los complementos en miniatura a sus bocas.
Las casas de muñecas tienen una tendencia muy realista en estos momentos, con fachadas y elementos que asemejan a la perfección los diseños originales. Entre los estilos que se pueden encontrar están el neoclásico, barroco, art deco, art nouveau, contemporáneo, mediterráneas, modernas, cabañas, estilo provenzal, victoriano, tudor y georgiano.
La moda también apunta a la comida en miniatura, para poder representar una imagen más completa de las casitas y los personajes que las habitan. Además, con estos complementos se pueden crear historias que llevan a otras épocas.
Mientras se decora y monta una casita, el aficionado debe realizar trabajos de manualidades que ayuden a otorgarle personalidad a los espacios, hacerlos más acogedores y recrear una escena de fantasía maravillosa.
La labor artesanal de la estructura, a través de la pintura y el papel, proporciona resultados muy realistas y gratificantes, lo que hace que las casas de muñecas sean un excelente pasatiempo para grandes y pequeños.