
8 de octubre de 2019
La salud mental es, quizás, la gran desconocida en el campo médico. Los psicólogos son los profesionales que se dedican a tratar problemas mentales y ofrecer soluciones ante crisis de ansiedad, personalidad, episodios de estrés… Mucha gente sigue asociando visitar la consulta del psicólogo con acudir al psiquiatra y tratar alguna enfermedad mental, pero la realidad es bien diferente.
Hay que estar muy cuerdo para cruzar el umbral de la consulta de un psicólogo por primera vez. Mucha gente que acude con asiduidad a terapia reconoce a posteriori que tratar sus problemas y sus inquietudes frente a un profesional de la psicología resulta útil para encauzar sus vidas. Por fortuna, estamos perdiendo el miedo a sentarnos en el diván y desentrañar qué sucede con nuestra mente.
El tabú que sigue existiendo con los problemas mentales es quizás una consecuencia arrastrada de tiempos pasados, cuando se asociaban los manicomios y las “loquerías” con camisas de fuerza y tratamientos despreciables.
No obstante, según la Organización de Consumidores y Usuarios, la tendencia está cambiando. El 57% de la población cree que ha tenido problemas de ansiedad alguna vez en su vida y el 34% afirma haber padecido depresión, dos de los síntomas más habituales para visitar a un psicólogo.
En la Encuesta Europea de Salud en España de 2014 se muestra cómo de los 38 millones de personas de más de 15 años, casi 1.8 millones acudió ese año al psicólogo, en un porcentaje de dos mujeres por cada hombre.
Ante la cada vez más actual percepción generalizada de que visitar a un psicólogo de manera ocasional o recurren te puede ayudar a encauzar la vida, dejar atrás problemas mentales y reconducir el día a día, la pregunta que nos hacemos es, ¿para qué sirve realmente un psicólogo?
La gente atribuye tres funciones principales a las terapias psicológicas: una oportunidad para desahogarse, para conocerse más a uno mismo y para recibir consejos. Sin embargo, ninguna de estas tres funciones debe ser el objeto de la intervención de un buen psicólogo, de ahí que exista también parte de la población que cuestione el papel de la psicología en la sociedad.
La verdadera tarea de un psicólogo es ayudar a sus pacientes a modificar su forma de comportamientos, ya sea mejorar su manera de enfrentarse a determinadas situaciones o para eliminar determinados problemas.
Los psicólogos ofrecen sus conocimientos y su experiencia teórica y práctica en base a mecanismos humanos de aprendizaje, del funcionamiento fisiológico del ser humano y atendiendo a diferentes estudios contrastados que han observado a la persona y desarrollado técnicas específicas para las variables a modificar.
Los psicólogos se forman específicamente para estas tareas, y no tienen por qué haber experimentado situaciones personales similares a las de sus pacientes, su experiencia es la adquirida tratando a otras personas.
La psicología, en sus diferentes formas de mostrarse, ya sea acudiendo a terapia o consultando un Blog de psicología y salud, es una disciplina experta acerca de cómo y por qué cambian las personas.
Mediante la ayuda de un psicólogo, la persona que acude a consulta intenta encontrar vías que le ayuden a modificar aquello que le hace sentirse mal, para mejorar su calidad de vida. Acudir a terapia puede resultar útil para cambiar un pequeño hábito o para dar solución a un grave problema que afecta desde hace tiempo.
A pesar de que cada vez se observa una opinión más positiva sobre esta disciplina, la juventud de la psicología, la dificultad de imponer un único modelo teórico y la mala praxis de muchos profesionales consiguen fomentar esa idea de que la psicología es algo superfluo.
Todavía hoy mucha gente que trata diariamente con clientes en su profesión, y que escucha sus problemas y experiencias, se hacen llamar psicólogos: taxistas, camareros de bar, nutricionistas, cuidadores…
Es importante que desde la disciplina, desde la propia psicología, se encuentren los resortes adecuados para divulgar la profesión. Muchos psicólogos no son capaces de dar valor a lo que hacen ni ayudan en general a sus compañeros con sus declaraciones y comportamientos, haciendo pensar a la gente que un psicólogo es solo alguien que escucha problemas y ofrece posibles soluciones, sin considerar que tras esa terapia hay mucho estudio y mucha formación detrás.