Digital Sevilla
7 de noviembre de 2019
La pasión por el deporte, junto al respeto por la naturaleza y al medioambiente, tiene su máximo exponente en las bicicletas eléctricas. Un modelo de transporte ideal para la ciudad y para el campo sin distinción de edades
La movilidad en las ciudades se adapta a los nuevos tiempos con la llegada de las bicicletas eléctricas. Un concepto revolucionario de transporte que ya comienza a usarse masivamente en las principales capitales europeas y que ya es bastante visible en las españolas. Y es que las ventajas de este tipo de máquinas agrupan facilidad para el transporte, ahorro económico, defensa del medioambiente y buena forma física.
El tremendo interés que ha despertado en la ciudadanía el uso de las bicicletas eléctricas en toda Europa no es cuestión de azar. No son pocas las ventajas y los beneficios que los usuarios de estas máquinas, y las ciudades en sí, reciben. El ciudadano europeo, siempre en la búsqueda de elementos que logren un aumento en su calidad de vida y en la de sus vecinos, ha encontrado en estas máquinas una herramienta de gran valor y utilidad.
No suele ser esta una de las ventajas que se suelan enumerar en relación al uso de estas máquinas. Pero no se debe quitar importancia a su factor comercial. Gracias a tiendas online, como Bikelec, que se puede localizar en la dirección web https://bikelec.es, se estima que la fábrica de bicicletas eléctricas en León, donde se realiza el diseño, el montaje y su distribución, tendrá aproximadamente un 40 % de incremento en su facturación, algo que puede extrapolarse a cualquier empresa española dedicada a este sector.
No son pocos los usuarios de las vías públicas de las ciudades que están cambiando sus usos y costumbre en el transporte. Cada vez más ciudadanos dejan aparcado su vehículo particular y se animan a ir al trabajo, a las clases, a realizar las compras o cualquier actividad normal en una de estas bicicletas eléctricas. Por tanto, la contaminación que expulsaría su coche de combustión es sustituida por un objeto que no produce ningún tipo de emisión de gases, contribuyendo significativamente a la mejora de la calidad del aire.
Forma parte del día a día en la vida de las ciudades los habituales atascos, congestiones y saturaciones de tráfico, sobre todo en las horas punta de entrada y salida del trabajo o de las escuelas. Con estos vehículos, podrán circular por carriles bici o entre los coches, eliminando fácilmente las largas colas en los semáforos y otros espacios especialmente complicados en las urbes. Esta nueva forma de circular optimiza los tiempos de llegada a cualquier lugar por los motivos expuestos.
Esta ventaja económica llega por tres vías diferentes, consiguiendo, por tanto, un triple ahorro en comparación a los que usan sus coches particulares dentro de las ciudades. La primera vía llega por los precios tan económicos que llegan a tener las bicicletas eléctricas. La segunda vía viene derivada del consumo, pues al no funcionar con combustibles fósiles, el ahorro diario es considerable, más aún cuando no deja de subir incesantemente. Su gasto por consumo suele ser 6 céntimos de euro por recarga.
Y, en último lugar, pero no menos interesante, el hecho de no requerir apenas mantenimiento, no tener que ir periódicamente a un taller y, en caso de llevarlo a un profesional, los arreglos tienen costes insignificantes.
Estas son las tres principales vías de ahorro, pero no las únicas, pues se puede considerar que no se pagan impuestos de matriculación ni de circulación, no necesita seguro, ni pasar la ITV, ni tampoco se tendrá que pagar por un parking, como ocurre con el vehículo particular.
Efectivamente, no por tener un motor eléctrico deja de ser una herramienta útil para realizar ejercicios físicos. El Ciclismo bicicletas eléctricas es cada vez más recurrente para un sector creciente de la población que ve en este tipo de bicicletas la oportunidad de hacer deporte con una ayuda extra si hiciera falta. De hecho, las bicicletas eléctricas han ampliado el espectro de los ciclistas, aumentando la edad de estos, pues si en un momento dado se cansan, o el camino se vuelve demasiado empinado, el motor eléctrico ofrecerá ese plus de ayuda que necesitan.
No hace falta asegurar, ya que es bastante obvio, que las bicicletas eléctricas son bastante silenciosas, lo que contribuye a disminuir ese otro tipo de contaminación ambiental que sufren los habitantes de las grandes ciudades; el ruido.
Las bicicletas, en general, y las bicicletas eléctricas, en particular, tienen una gran variedad de diseños. Todos ellos son cómodos y ligeros, se pueden guardar en espacios pequeños o transportar con facilidad. Especialmente cómodas son las bicicletas plegables, a las que se pueden acceder haciendo clic en el enlace que se referenció al principio de este artículo, como por ejemplo los modelos Rocket, Calipso, Centella, City, Cuore, Fatty, Génesis, etc. …
