Publicado: 16 de enero de 2020 11:42 (GTM+2)
El empeño de Estados Unidos de distinguir a las personas por su color de piel vuelve a sembrar la polémica
El empeño de EEUU de distinguir a sus ciudadanos en razas es una larga y triste tradición. De hecho, hasta los años 70 las personas de color estuvieron discriminadas y hoy en día sufren persecución de determinados sectores de la policía.
En cuanto a los hispanoamericanos, las administraciones de Obama y Trump han llegado a encarcelar a cientos de niños en recintos vallados y los hispanos han sufrido y sufren ataques racistas.
El último hecho que nos vuelve a recordar el racismo en EEUU es la polémica causada por varios medios estadounidenses que han calificado a Antonio Banderas como nominados “de color” a los Premios Óscar, de acuerdo a la “tradición” racista de determinados sectores anglosajones de calificar a los pueblos europeos mediterráneos como de otra raza.
Las redes sociales han reaccionado a este última barbaridad aclarando a las revistas Vanity Fair o Deadline, especializadas en Hollywood, que Banderas es blanco y europeo.
Ambos medios nombraron a Cynthia Erivo, de origen afroamericano, y Antonio Banderas, como los únicos intérpretes “de color” nominados a los Óscar de esta edición.
El empeño de categorizar racialmente a las personas en Estados Unidos ha llevado de nuevo a este triste episodio ya que ellos califican a las personas por ejemplo entre: latino/hispánico, caucásico o afroamericano.
EEUU rompe así la ordenación convencional que no diferencia como una raza biológica diferente a los hispanos o latinos.
Los españoles, como otros pueblos mediterráneos como los italianos o los franceses, son de origen caucásico pero de cultura latina, incluyendo en este grupo a gran parte de Hispanoamérica.