Redacción - 31 de enero de 2020
El merchandising puede describirse como el conjunto de técnicas comerciales que contribuyen a potenciar las ventas y la rentabilidad de los comercios. Con estas estrategias, las empresas no solo impulsan sus ventas, sino que mejoran su reputación e imagen de marca.
En merchandising, una de las estrategias más comunes de las que hacen uso muchas empresas es la entrega de regalos promocionales. Frente a los métodos y soportes tradicionales: anuncios en prensa, buzones, llamadas telefónicas... en marketing offline, el uso de regalos promocionales personalizados suele generar bastante aceptación entre los consumidores, que no solo no los rechazan, sino que los demandas.
Por norma general, los productos promocionales vienen en soportes de gran utilidad para los usuarios. Una de las claves que se vincula al éxito de estos regalos promocionales es saber combinar bien esta práctica con otras que se enmarcan dentro de las técnicas de marketing online y las de marketing offline.
Los regalos son una vía de comunicación entre la empresa y el cliente. El merchandising en forma de regalos personalizados se convierte en un gran embajador de la marca, siempre y cuando se trate de un regalo útil y con él se intuya que el deseo de la marca no es solo promocionarse, sino cubrir una necesidad del cliente.
Una pulsera, un bolígrafo, una bolsa en los hombros, un pendrive, una libreta, y así hasta un sinfín de accesorios más pueden convertirse en una forma directa de publicidad que ofrece una alta visibilidad a la marca.
Con los regalos, siempre que sean de utilidad, se consigue crear un lazo muy estrecho entre empresa y clientes. Además, estos regalos, al llevar el logotipo o el nombre y lema de la empresa permite que la marca se de a conocer entre otros clientes potenciales o consumidores.
Un tercer aspecto positivo de los regalos promocionales personalizados es que actúan como gancho para aumentar las ventas. Tener este tipo de detalles con el público puede impulsar el deseo de adquirir el producto o servicio que se ofrece.
Finalmente, el hecho de que se trate de regalos y que no tenga costes para el cliente es un efecto que llama la atención y atrapa la curiosidad del consumidor, pero para que el regalo revierta en una posible conversión es imprescindible que aporte algo de valor a modo de efecto práctico.
Una vez conocidos los principales beneficios a nivel empresarial que se asocian a los regalos promocionales, la clave está en acertar en el obsequio que se entrega a los clientes, pues debe atender a una serie de características y adaptaciones.
En este sentido es adecuado que los regalos sean oportunos con el perfil de cliente al que se va a entregar el obsequio. Si es una competición deportiva, una recomendación es ofrecer algo útil para la práctica de ese deporte. En eventos formales de salón, los bolígrafos, libretas, carpetas o pendrive son los más adecuados.
En Advinium Trading son expertos en merchandising para empresas. Este portal actúa como empresa de regalos y ofrece desde su web una amplia oferta de objetos promocionales diferenciados por tipología, para hacer más cómoda la elección.
No existe una audiencia preferencial para entregar regalos promocionales personalizados, sino que esta práctica va a depender del tipo de evento a desarrollar, el sector de actividad en el que se mueve la empresa y cuestiones que guardan relación con aspectos como la utilidad de los objetos a entregar.
No obstante, sí existen algunas directrices que pueden ayudar a los departamentos de marketing, publicidad y merchandising de las empresas para diseñar estas campañas promocionales. Así, es importante ofrecer regalos que sean de buen gusto y que guarden relación con la empresa y el estilo del evento o la campaña de promoción, que tengan un color que se identifique con la imagen de marca y la empresa.
Por último, más allá de la utilidad y la cuestión práctica, no debe dejarse atrás la creatividad. Lo que se busca con los regalos es proyección de imagen, fidelidad e incremento de ventas. ¿Se consigue esto con un simple bolígrafo? Sí, puede ser, pero también con otros muchos objetos que, además de esto, agreguen valor añadido a esta práctica promocional.
