18 de abril de 2024
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Cara y cruz del Internet de las Cosas

Cara y cruz del Internet de las Cosas

Redacción - 17 de febrero de 2020

Internet de las cosas - Pixabay

En este mundo de cambios tan rápidos nos hemos acostumbrado a ver como nuevos términos se introducen en nuestra vida y se convierten en términos habituales sin que en muchas ocasiones sepamos exactamente de lo que estamos hablando. El caso del ‘Internet de las Cosas’ (IoT, por sus siglas en inglés) es paradigmático porque ha entrado con fuerza en nuestro día a día como concepto y en nuestro vocabulario como término común sin que realmente sepamos relacionar los elementos de día a día con el concepto de internet de las cosas. Vamos a analizar qué es exactamente este concepto y cómo nos afecta en nuestro día a día.

¿Qué es el Internet de las Cosas?

La reducción de costes y de tamaño de gran parte de los elementos electrónicos necesarios para hacer un miniordenador ha provocado que los fabricantes comiencen a aportar funcionalidades de ordenador a los más variados elementos electrónicos.

En el apartado doméstico, además de televisiones inteligentes y frigoríficos conectados nos encontramos con kits para el hogar que las empresas que fabrican teléfonos inteligentes, aplicaciones y software más avanzadas en el mundo incluyen en sus nuevos dispositivos, ‘Homekit’ (Apple) y Android @Home (Google), como algunos de los ejemplos más representativos.

Este tipo de conjuntos de hardware y software permiten controlar todos los elementos de una casa convirtiendo nuestro entorno en un hogar inteligente. De forma análoga, este tipo de tecnologías se han introducido en todos los sectores, sistemas de control en factorías, en transportes, incluso en agricultura y ganadería… Controles de tráfico en ciudades, controles de flujo de circulación de peatones, flujo de clientes en centros comerciales, … Las aplicaciones de este tipo de tecnologías son prácticamente ilimitadas.

Es muy cómodo que estos sistemas sepan a qué hora se deben apagar las luces y encender la alarma, además de tener las luces encendidas y la casa a la temperatura perfecta a la hora exacta en las que se llega y mostrar en la pantalla un informe de todo lo que ha sucedido mientras no había nadie y lo que captaron las cámaras de seguridad.

Por otro lado, el médico sabrá si se está llevando a cabo el tratamiento correctamente mediante un cruce de datos simple que consiste en saber si ya se compró el medicamento, la lectura de la presión arterial del paciente y su próxima cita.

La serie de televisión favorita se grabará si no estamos en casa y estará en la nube, esperando la hora a la que fue programada para disfrutarla y muy seguramente habrá ordenado la pizza para que llegue simultáneamente con el evento programado.

La cara oscura del Internet de las Cosas

Para conseguir todo este tipo de funcionalidades, los dispositivos envían gran cantidad de datos a la nube, estos datos se utilizan para procesar funcionalidades relacionadas con el usuario, pero en otros casos son utilizados para beneficiar a la propia compañía, para mejorar sus algoritmos, para venderlos de forma supuestamente anonimizada…

Llenar nuestro domicilio de este tipo de dispositivos presenta una serie de inconvenientes:

Estos consejos nos permitirán evitar los problemas asociados con este tipo de dispositivos y disfrutar de todas las ventajas sin mayores preocupaciones.