Vicki Vera - 12 de mayo de 2020
Los partes meteorológicos comienzan a mostrar una subida paulatina de las temperaturas, los armarios comienzan a llenarse de ropa de verano y cada vez apetece menos salir a la calle en las horas centrales del día: es el momento de preparar las casas, locales comerciales y oficinas para estar a una temperatura óptima en los meses que están por venir.
En la actualidad hay muchas y muy diversas fórmulas para bajar la temperaturas en cualquier estancia: al tradicional ventilador y al popular split de aire acondicionado se suman cada vez más opciones que tratan de ser más eficientes y sanas sin dejar de lado el objetivo principal: que soportar la subida de grados en los meses de verano sea posible y sencillo.
Una de las opciones que han entrado con fuerza en los últimos años en el mercado es la de los climatizadores evaporativos. Estos aparatos, que son especialmente útiles en climas secos, son pequeños, portátiles y logran unos resultados muy positivos en la temperatura y el ambiente óptimos para las habitaciones si se saben utilizar bien.
Cansadas del aire acondicionado, que reseca las vías respiratorias, causa resfriados y supone un alto gasto, y de las limitaciones obvias de un ventilador, muchas personas optan por adquirir un climatizador evaporativo para lograr el ambiente adecuado en el hogar o la oficina.
Estos aparatos tienen dos objetivos principales: reducir la temperatura y mejorar la calidad del aire que se respira. Y además los fabricantes se esfuerzan porque sus máquinas lo hagan de un modo sostenible y ecológico.
No importa que se trate de un climatizador evaporativo económico o del más caro del mercado. Estos dispositivos están diseñados para recoger el aire caliente del exterior, abriendo levemente una ventana tras el evaporativo, y devolverlo a la sala tras pasar sus filtros, que lo humedecen con agua fría.
De este modo, se podría decir que el climatizador es una 'evolución' del ventilador de toda la vida, pero con la ventaja de que cada segundo expulsa aire refrescado de manera artificial, que mejora el ambiente de la sala, reduce los grados y genera una situación óptima.
Este proceso además se produce sin que el aparato tenga que realizar un gran gasto energético, lo que repercute positivamente tanto en la factura de la luz como en la huella energética que se deja en el medioambiente.
Algunos de los usuarios de los climatizadores evaporativos se quejan de que este aparato no es muy útil, no funciona bien o apenas reduce el calor en una estancia.
Lo primero que hay que tener claro es que no se trata de un aire acondicionado: lo cierto es que las sociedades actuales se han acostumbrado casi a pasar frío en verano y esto ni es sostenible ni sano. El climatizador evaporativo alivia la sensación de calor de un modo natural, pero no puede hacer que una estancia esté a 20 grados un mes de agosto a las 15 horas.
Una vez que se tiene eso claro, hay que entender que este aparato no funciona igual que un split. Por ejemplo, es importante que el usuario deje habitaciones abiertas o un filo de la ventana levantada para que el aire pueda circular y no se cargue.
Con todo esto, el climatizador evaporativo se presenta como una de las opciones de futuro más interesantes, ecológicas y útiles para llevar bien el verano, soportar las altas temperaturas y mejorar el estado de las vías respiratorias. Ventajas que se notan desde el primer momento.