30 de junio de 2020
A menudo nos encontramos planificando viajes para nuestras vacaciones y no sabemos muy bien a dónde queremos ir. Tenemos ese sentimiento de querer descubrir algo nuevo, exótico y que no tenga nada que ver con los típicos destinos masificados del mundo del turismo. Si como viajero te has visto también en esta tesitura, hemos encontrado el lugar indicado, Punta Gorda, en la isla hondureña de Roatán. Es un rinconcito único que seguro ofrecerá todo lo que un viajero inquieto puede necesitar.
Punta Gorda en Roatan Honduras es uno de los lugares donde se asentaron los Garífuna, una comunidad étnica que desciende tanto de los aborígenes del Caribe como de los arhuacos y africanos. Punta Gorda fue el primer lugar donde se estableció esta etnia en la zona de Centroamérica, y desde allí, comenzó la dispersión de sus costumbres, cultura y sus encantadores bailes y música.
Esta zona caribeña se encuentra en la isla de Roatán, la cual es la más grande de las islas de la bahía, pertenecientes todas ellas al país hondureño. Aunque hoy en día sean los Garífuna, los habitantes y regidores de Punta Gorda, la realidad es que el asentamiento de origen de esta zona de la isla estuvo compuesto en su mayoría por los esclavos africanos que venían de San Vicente. Después de aquello, se sucedieron muchos cambios a lo largo de los años, como la llegada de los británicos y la vuelta al control por parte de Honduras, con la consecuente vuelta de la aplicación de sus leyes. El 12 de abril es una de las fechas más importantes de esta localidad, ya que se celebra la conmemoración de la primera llegada del grupo étnico al país. Por tanto, si viajamos a Punta Gorda tendremos que tener esto muy en cuenta y apuntarnos esa fecha en nuestro calendario, ya que nos encantará poder disfrutar de la dramatización que este pueblo hace de su llegada a la isla, con comida, música, mucho baile y su tradicional indio bárbaro.
¿Qué sería de un lugar o localidad sin su gente? Las personas que habitan en los destinos a los que viajamos son parte también del encanto cultural, el cual no se puede separar del lugar en el que han vivido toda su vida. Son el único espejo donde se ven reflejadas todas las tradiciones, costumbres y hábitos que sobreviven a todo y que perpetúan su historia. Los habitantes de Punta Gorda son gente cercana y amistosa, la cual está encantada de enseñar su cultura a todos los habitantes que llegan al rinconcito de su isla. Así nos sentimos recibidos como si fuera una segunda casa o una zona costera de nuestro país, aún estando a miles de kilómetros de nuestro hogar.
Se trata de la etnia más voluminosa de Honduras, teniendo cerca de 300.000 habitantes repartidos por todo el país. Existe además una conexión en ellos muy especial sobre la forma de entender la vida como un baile. La manera que tienen de trabajar sus tierras y cosechas es muy respetuosa con la naturaleza y sus recursos. En cuanto a su actitud, es raro no verlos contentos disfrutando de su día a día, lo que hace que siempre nos regalen una sonrisa amistosa.
Al ser una cultura que por tradición ha ejercido la pesca durante miles de años, sus recetas de sopas de pescado, camarones y enormes langostas son una delicia que no podemos perdernos. Aunque tampoco podemos marchar sin probar su especialidad estrella: la machuca y el pescado al estilo garífuna.
En Punta Gorda, tenemos la posibilidad de realizar varias atracciones turísticas, pero sobre todo nos encontramos con un lugar perfecto para realizar multitud de actividades acuáticas, ya que su agua está considerada como la más limpia de todo el mar Caribe. En definitiva, un lugar para descubrir un paisaje paradisíaco y rodearnos de gente maravillosa con toda una cultura por enseñarnos.