Miguel Ángel Olimpo - 18 de agosto de 2020
Producto de haber nacido en una época signada a grandes rasgos por la tecnología, y producto de contenidos cada vez más frontales en el abordaje de estos temas, muchos niños tienen interés genuino en los robots, en su funcionamiento y en la industria que les da vida, la robótica.
La robótica es una rama especializada y técnica de la ingeniería. Una de las más nuevas, también. Por eso, a pesar de que exista un interés genuino en los niños, la formación específica para este tema siempre pareciera estar en las universidades. A no ser, claro está, que se busquen alternativas como la robótica educativa.
La robótica educativa plantea que los niños puedan iniciarse de forma lúdica en conocimientos que de otra manera serían muy complejos. Los conocimientos técnicos asociados a la ingeniería y a la robótica suelen ser inaccesibles para los niños, involucrando ramas como las matemáticas, la física, la hidráulica o mecánica. No obstante, gracias a instrumentos lúdicos diseñados para un aprendizaje desde entornos seguros y cuidados, los niños podrán desarrollar todo su potencial y darle sustento a su genuino interés por la robótica, a la vez que los padres se benefician de la formación y el conocimiento ameno de estos temas por parte de sus hijos, con las proyecciones profesionales y personales que ese interés y ese modo lúdico puede suponer en un futuro cercano.
¿Cómo iniciarse en la robótica educativa? La forma más sencilla es mediante kits, juegos de armar robots que son muy fáciles de entender y que pondrán a prueba las capacidades de los niños, pero siempre desde una metodología donde la diversión sea la prioridad y el conocimiento profundo sea el trasfondo, de modo que nunca se aburra de aprender.
Iniciar robótica para niños tiene muchos beneficios. Desde los ya mencionados que favorecen a la absorción de conocimientos complejos y al desarrollo específico de capacidades que en un futuro profesional pueden ser determinantes, hasta otros asociados a su forma de percibir, descubrir y entender el mundo que le rodea.
Organización e iniciativa: aunque la creatividad sea una de las principales bondades de este método educativo y lúdico, no se puede dejar de lado que una de las grandes condiciones de la robótica es la organización y la sucesión de órdenes para lograr un funcionamiento óptimo. Por ende, una de las consecuencias claras de educar a los niños a través de la robótica, tanto como pasatiempo o como una metodología alternativa de formación, es que logrará ser más ordenado, más disciplinado y tener una capacidad proactiva superior a la media, ya que serán características necesarias para aprovechar diligentemente los juegos y kits que tiene, siendo cualidades que también le servirán para la vida misma.