Digital Sevilla
28 de septiembre de 2020
Numerosas localidades de Andalucía superan el umbral de los 500 casos por cada 100 mil habitantes, este dato es el umbral que el ministerio de Sanidad aconseja tener en cuenta a Madrid para decidir en qué zonas ordenar restricciones de movilidad.
No hay ningún estudio o experto que diga por qué es necesario un confinamiento con estas cifras pero con, por ejemplo, 400 contagios sí se puede hacer vida relativamente normal. De hecho, sí hay estudios que apuntan a que con más de 25 casos por cada 100 mil habitantes, no sería recomendable mantener abiertos los colegios.
Y mientras que las autoridades nacionales y autonómicas se pelean por qué medidas tomar en Madrid sin tener ninguno de ellos un respaldo científico mínimo, en Andalucía vemos como el centralismo nos va a pasar factura. Nos va a pasar por encima, mejor dicho, porque los medios y los políticos se han olvidado de que la segunda ola de la pandemia no solo está llegando a Madrid.
En Andalucía, como decíamos, preocupa la situación en numerosas localidades de todas las provincias: El Arahal, Estepa o Linares superan con creces la cifra fijada de 500 casos pero la Junta de Andalucía se niega a tomar medidas pese a que incluso los alcaldes de municipios como Utrera, con poco más de 350 casos por cada 100 mil habitantes, pidan ya al gobierno autonómico acciones que eviten que la situación se descontrole como en marzo.
Incluso hay una pequeña localidad de la provincia sevillana, Casariche, en la que el virus se ha descontrolado de tal manera que multiplica por ocho la cifra máxima de contagios fijada por el ministerio de Sanidad, ya que cuenta con la escalofriante cifra de 4 mil infectados por cada 100 mil habitantes.
Sin embargo, el iluminado de nuestro vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, asegura que “la situación de momento está bastante controlada” y descarta categóricamente ordenar restricciones de movilidad en nuestra comunidad autónoma.
