Digital Sevilla
6 de octubre de 2020
Comprar un buen colchón nunca debe considerarse un gasto, sino una inversión en salud. La calidad de los colchones es posiblemente lo que más puede afectar a nuestro descanso, para bien o para mal. A la hora de optar por uno u otro hay que tener en cuenta numerosos factores, como su firmeza y el material en el que han sido fabricados.
Para ir sobre seguro a la hora de comprar uno te recomendamos que leas los consejos en esta web de colchones, donde podrás descubrir cuáles son los que más te convienen según tu edad, complexión, postura para dormir, etc.
En tiendas como El Corte Inglés, entre otras, puedes encontrar una cantidad de modelos abrumadora. Para que la elección te sea más sencilla, solo tienes que seguir las siguientes recomendaciones.
Un buen colchón debe permitir que tu peso corporal se reparta de una forma adecuada. Su firmeza debe ser la suficiente para sostenerte, pero sin resultar incómodo. La idea de que un colchón es mejor cuanto más duro sea es incorrecta.
La firmeza que necesitas depende en gran medida de tu peso y de tus preferencias personales. El equilibrio siempre es una buena cualidad en todos los ámbitos, y los colchones no iban a ser menos. No adquieras uno que sea demasiado duro o demasiado blando.
Es uno de los aspectos determinantes a la hora de elegir un colchón. Veamos cuáles son los más comunes y los pros y contras de cada uno de ellos, de forma que puedas sopesar cuál es el que más te conviene.
Los colchones de espuma de poliuretano presentan diferentes grados de firmeza. Son ideales para personas convalecientes por intervenciones quirúrgicas o accidentes, así como para quienes padecen de dolores musculares o articulares.
Son colchones que tratan bien a la columna vertebral y que ofrecen una agradable sensación de confort. Además, suelen tener unos precios bastante asequibles.
Como contrapartida, su vida útil no es muy larga, retienen excesivamente el calor y pueden deformarse con relativa facilidad.
Es un tipo de espuma especial que reduce la presión en las zonas con las que entra en contacto y que se adapta al cuerpo con mucha facilidad.
Son aconsejables para todo tipo de personas, proporcionando un descanso integral sin presionar las zonas del cuerpo más pesadas ni las articulaciones.
Los colchones de viscoelástica tienen una larga vida útil y cuentan con la ventaja de ser hipoalergénicos, eliminando el problema de los ácaros.
Como principales problemas podemos destacar su excesivo peso, que los hace difíciles de transportar, y que a algunas personas les puede parecer demasiado “caluroso”.
Colchones adecuados para personas robustas, ya que no se hunden fácilmente. Presentan una gran firmeza, buena ventilación, estabilidad y son muy duraderos.
Sin embargo, pueden resultar demasiado rígidos para algunas personas y producir algo de ruido (aunque los modernos tienden a ser cada vez más silenciosos).
Los colchones de látex se caracterizan por ser muy elásticos, adaptables, suaves, hipoalergénicos y con una vida útil muy prolongada.
Como defecto más relevante encontramos la poca circulación de aire en su interior, lo que hace conveniente que se instalen en dormitorios con poca humedad y una buena ventilación.
La variedad de colchones es muy amplia, y todos los modelos presentan sus ventajas y sus inconvenientes. La elección adecuada dependerá en buena medida de tus propias necesidades, tu peso y tamaño, y de las condiciones de temperatura y humedad de tu dormitorio.
