20 de octubre de 2020
Aunque haya ciertos líderes mundiales que apuestan por buscar la inmunidad colectiva como método para terminar con el COVID-19, lo cierto es que la máxima autoridad en materia de salud en el mundo, la OMS, ha rechazado esta propuesta por los motivos que enumeramos en este artículo. Sigue leyendo e infórmate sobre por qué es una mala idea dejar de actuar contra la pandemia.
Tenemos que decir que la búsqueda de la inmunidad colectiva dejando de tomar medidas para evitar la propagación de la enfermedad es un método que nunca en la historia de la humanidad se ha utilizado y que la causa de ello no es otra que, como aseguró el Director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, actuar de esta forma conlleva una serie de problemas éticos de difícil resolución y, sobre todo, provocaría aún más sufrimiento y muertes de las que estamos viendo en estos momentos.
No en vano, el mencionado Tedros Adhanom ha asegurado que la inmunidad colectiva solo es una medida efectiva cuando se refiere a la vacunación, mediante la cual es posible levantar una barrera frente a cualquier virus siempre que la mayoría de la población haya sido vacunada, de forma que se impida su expansión en la medida de que la mayoría de las personas ya habrían desarrollado mecanismos para combatir la enfermedad.
Así, la mejor forma de combatir al coronavirus sería protegiendo a la población de sus efectos a través de una vacuna que, como todos sabemos, todavía no existe, pero en ningún caso exponiéndola al mismo y asumiendo como un “mal menor” la elevada cantidad de muertes que ello tendría aparejadas.
A continuación seguimos hablando de más cosas, pero si se quiere conocer a fondo el tema, se puede ver mas información en la sección de salud del diario elpais24.
Del mismo modo, la OMS ha señalado que nuestros conocimientos acerca del virus del COVID-19 todavía son insuficientes en muchos sentidos, entre los que se incluyen el relativo a cuánto tiempo somos inmunes a la infección después de haberla contraído por primera vez.
A este respecto, conviene pensar en que ya se han producido reinfecciones en personas en las que contrajeron el COVID-19 durante la primera oleada de la pandemia y han vuelto a padecer la enfermedad durante esta segunda ola, por lo que la idea de la inmunidad colectiva dejaría de ser válida, más aún una vez que se han comprobado las graves consecuencias que el coronavirus puede tener en la salud de quienes se contagian, incluso después de haber superado la enfermedad, y se ha visto la elevada mortalidad que produce.
Por otra parte, tenemos que hacer referencia a los estudios de seroprevalencia que se han realizado en varios países, España entre ellos, y han indicado cómo solo un 10% de la población tiene anticuerpos para el coronavirus, siendo necesario llegar hasta el 95% para que pueda hablarse de inmunidad colectiva.
En consecuencia, para llegar a tal nivel, sería necesario demasiado tiempo y, sobre todo, sufrimiento, por lo que buscar la inmunidad colectiva dejando “pulular” al virus libremente no es una pésima idea en palabras de Tedros.
Así pues, para la OMS lo fundamental es que los países establezcan medidas de contención para evitar que los contagios se disparen y, con ello, minimizar el sufrimiento que, de una forma indudable, está produciendo esta pandemia tanto entre quienes han contraído la enfermedad como entre los que están teniendo que padecer las consecuencias de las medidas restrictivas que los distintos gobiernos están tomando, por lo que no podemos más que terminar recomendando maximizar la higiene, tomar medidas de distanciamiento social y usar esa tan tediosa mascarilla que, al mismo tiempo, tiene la capacidad de protegernos a nosotros y a los demás frente al COVID-19.