Redacción - 10 de noviembre de 2020
El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha confesado que su plan era adelantar todavía más el toque de queda pero el Gobierno central no lo permitió.
El pasado domingo Juanma Moreno anunciaba a los andaluces que la restricción a al movilidad nocturna comenzaría a las 22:00 horas en lugar de a las 23:00.
Sin embargo, este adelanto era mucho menor de lo que se venía rumoreando durante toda la semana, ya que primero se habló de que la Junta estudiaba aplicar esta medida desde las 15:00 horas y luego pasó a comentarse que el toque de queda podría comenzar a las 19:00 horas.
Ahora ha quedado claro que la razón por el que la medida tomada en Andalucía fue menos drástica no fue por la falta de decisión del gobierno autonómico, ya que fue impuesta desde Madrid.
Según explicó Aguirre, la intención de su gobierno era adelantar el toque de queda a antes de las 22:00 horas para que la población “se quede en casa en horas no productivas”, una medida que vendría acompañada del cierre de las actividades no esenciales a las 18:00 horas.
Sin embargo, el Gobierno no lo autorizó. Esto abre un nuevo debate sobre cómo y quién debe gestionar una crisis sanitaria sin precedentes. En la primera ola fue el gobierno central el que tomó todas las decisión y el que también cargó con todo el peso de sus actuaciones.
Ahora, son las Comunidades Autónomas las que tienen que “comerse el marrón” de comunicar las acciones a tomar para tratar de controlar la pandemia, pero al mismo tiempo no pueden tomar las medidas que consideran necesarias sin pasar por el control (o imposición) de Madrid. ¿Es este el mejor método?
