Vicki Vera - 13 de noviembre de 2020
Si cuando adquiriste tu vehículo no pensaste en eso, tintar cristales del coche es algo que todavía estás a tiempo de hacer. Lo cierto es que es una opción que ofrece muchas ventajas. Eso sí, para no tener problemas posteriores (por ejemplo, a la hora de pasar la ITV) es preciso que las láminas estén homologadas y que sean colocadas en un taller especializado.
Siguiendo ese par de normas (hacerlo en un sitio especializado y con láminas homologadas) no tendrás nada que preocuparte a la hora de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Basta con que les enseñes el certificado de homologación expedido por el fabricante que te entregarán y cumplimentarán en el taller en el que te las pongan y el sello que llevarán los propios cristales.
Estos son los tipos de tintados entre los que puedes elegir:
Se trata de unas láminas que se ponen en parte interna del cristal de tu vehículo adaptándose totalmente a su forma y medida. En ocasiones ya vienen con las medidas exactas basándose en las características de la marca y modelo de tu coche y en otras con un tamaño estándar que puede recortarse. Tienes la posibilidad de escoger el grado de intensidad siempre que este no llegue al 100%.
En realidad, esto deberías elegirlo antes de adquirir tu coche, pues son sus cristales originales. Hay varios grados de intensidad y ya vienen homologados de fábrica, por lo que no tendrías que hacer nada más.
Tener cristales tintados tiene muchas ventajas que van más allá de lo estético:
Lo cierto es que la opción de laminar las lunas del vehículo o la de comprar uno con los cristales tintados es cada vez más escogida. No es extraño, pues aporta grandes ventajas y una mayor comodidad en los desplazamientos. Además, son perfectamente válidos a la hora de pasar la ITV. Solamente es cuestión de adquirirlos en un taller especializado.