Redacción - 16 de noviembre de 2020
Descubre cuánto puedes llegar a ahorrar en estos meses donde el consumo suele aumentar de forma considerable
Por lo general, cuando hablamos de instalaciones fotovoltaicas, la mayoría de las personas tienden a imaginar enormes campos alumbrados por un Sol radiante. Esto quiere decir, que la gente relaciona la energía solar fotovoltaica con los días soleados, los cuales son más propios de los meses de primavera y verano. Por tanto, no resulta extraño que haya dudas sobre el uso de la energía fotovoltaica en otoño e invierno.
Durante esta época del año, la radiación solar es menos duradera, ya que la posición de la Tierra con respecto al Sol disminuye, algo que también ocurre con su intensidad. A pesar de ello, la energía solar fotovoltaica sigue siendo muy efectiva, sobre todo, en lo que se refiere a autoconsumo fotovoltaico. Y es que actualmente, cada vez son más las personas que deciden instalar paneles fotovoltaicos para autoconsumo.
Hace un par de años, era mucho más difícil llevar a cabo este tipo de instalaciones en las viviendas, pero hoy en día, la situación ha cambiado gracias a Internet. En la gran red de redes, las personas pueden encontrar diversos negocios especializados, como es el caso de Geesol Renovables, una empresa que se ha convertido en un auténtico referente en la instalación de paneles fotovoltaicos para autoconsumo en Sevilla.
Como ya se ha comentado anteriormente, la energía fotovoltaica sigue funcionado en los meses más fríos del año, a pesar de que se produce menor cantidad de radiación solar. Ante esta situación, durante los meses de otoño e invierno, las instalaciones de energía fotovoltaica requieren una exposición más prolongada. De este modo, no hay ningún problema, ya que la instalación fotovoltaica genera la electricidad necesaria.
Si algo está claro es que los paneles fotovoltaicos son muy eficaces, debido a que nunca dejan de funcionar, independientemente de que llueva, truene o nieve. Por ello, el autoconsumo fotovoltaico está de moda, puesto que las personas pueden llegar a obtener un importante ahorro económico a final de mes. Según señalan los expertos en la materia, las familias pueden ahorrar casi 700€ al año con la energía fotovoltaica.
Una cifra realmente alta, que demuestra que el autoconsumo fotovoltaico no es una moda pasajera, sino que ha llegado para quedarse, y sobre todo, para facilitar la vida a las personas. Eso sí, durante los meses de otoño e invierno, lo más adecuado es tener en cuenta algunos factores relacionados con el mantenimiento de las instalaciones, ya que pueden verse afectadas por ciertos fenómenos climatológicos.
Si los paneles fotovoltaicos no funcionan correctamente, las personas deben solicitar la ayuda de una empresa de energía fotovoltaica, puesto que estos profesionales pueden solucionar el problema en muy poco tiempo. Todo depende del tipo de avería o percance, pero en algunas ocasiones, las instalaciones de paneles fotovoltaicos no funcionan por falta de mantenimiento.
Para no tener problemas en este sentido, las personas deben optimizar el rendimiento de la instalación durante los meses más fríos del año. Por ejemplo, una buena medida es controlar la IP del equipo, puesto que desde este estándar de protección, se puede comprobar el nivel de estancamiento de algunos equipos del panel fotovoltaico como los inversores o los reguladores de carga -se dañan con los agentes líquidos-.
Además de controlar la posible entrada de agentes externos, las personas tienen que prestar mucha atención al líquido de las baterías, ya que con el frío puede congelarse. Este hecho no es muy común, pero puede llegar a producirse, sobre todo, cuando las descargas de las baterías de las instalaciones solares fotovoltaicas son demasiado profundas. Por ello, hay que evitar las descargas intensivas en días de frío extremo.
Sin ninguna duda, el autoconsumo fotovoltaico se ha convertido en un concepto que cada vez está más presente en la sociedad, debido a que representa una alternativa real de ahorro. Los beneficios de los paneles fotovoltaicos son muy variados, ya que por un lado, ayudan a reducir el precio de la factura de la luz, mientras que por otro lado, se caracterizan por tener una vida útil superior a los 25 años.
Se puede decir, que las personas obtienen ahorro económico tanto en el medio como en el largo plazo. Pero eso no es todo, debido a que la mayor parte de los sistemas de autoconsumo fotovoltaico ofrecen una garantía de 25 años. Y por si fuera poco, las instalaciones fotovoltaicas pueden recibir subvenciones públicas, de manera que el coste final de la operación se ve reducido considerablemente.
