26 de noviembre de 2020
El Sevilla Fútbol Club fue uno de los clubes españoles más destacados de la atípica temporada 2019/2020, donde no solo logró acabar tercero en LaLiga, una de las competiciones domésticas más exigentes del mundo del fútbol, sino que también pudo y logró hacerse con el título de la Europa League, trofeo que ya ha ganado en seis ocasiones, más que cualquier otro equipo. Por si ello no fuese poco, el tercer puesto conseguido en LaLiga era la mejor clasificación del club sevillista desde 2009. Lo que es lo mismo: su mejor registro en más de una década.
No solo el conjunto dirigido por el extécnico del Real Madrid, Julen Lopetegui, consiguió levantar un título (la Europa League) y ser el equipo que acabó justo por detrás de Real Madrid y Barcelona. La realidad es que lo hizo desplegando un gran fútbol. Desplegándolo, además, con compromiso, solidaridad y compañerismo en el terreno de juego. El equipo de Lopetegui fue en esa campaña un equipo serio y compacto al que muy pocos conjuntos fueron capaces de plantar cara con éxito. Sin ir más lejos, el Sevilla perdió en 2019/2020 (Liga) los mismos partidos que perdió el Barcelona: seis. En la comparación con los culés los sevillistas incluso encajaron menos goles de los que encajó el club catalán.
Lopetegui: un proyecto que va para largo
En resumen, la temporada pasada fue para el Sevilla la confirmación de que había proyecto y de que lo había para largo. Y eso que hubo dudas en algunos momentos de la temporada, donde enlazaron alguna que otra mala racha. Aunasí, al final se demostró que el plan de Julen Lopetegui habíafuncionado y ahí estaban las estadísticas y los registros para demostrarlo. Ese plan, en cierta medida se vio alterado de cara a la campaña 2020/2021 debido a que uno de los futbolistas clave del técnico vasco como es Éver Banega abandonó la disciplina del cuadro andaluz. Su marcha la suplió la dirección técnica del club con el regreso de Ivan Rakitic, proveniente del Barcelona, a la plantilla que Monchi diseña cada año.
Así las cosas, es quizá todavía pronto para avanzar en qué condiciones va a acabar el Sevilla al término de la presente temporada. Es igualmente difícil de prever si los de Lopetegui van a ser capaces de seguir sumando trofeos a la vitrina del club. Pero, tras un par de meses de competición, tanto de Liga como de Champions League, se pueden identificar indicios sobre el rendimiento del Sevilla en comparación con el que ofreció durante la campaña anterior.
En Liga, lejos de su mejor forma física y de su mejor juego
En Liga, donde los sevillistas acostumbran a acabar en puestos europeos, también en las apuestas de William Hill fútbol, los andaluces han dado señales de no estar atravesando por su mejor momento. Como mínimo, han dado señales de no haber alcanzado todavía el mejor tono en cuanto a físico y en cuanto a juego. Así, de los siete partidos que ha jugado, solo ha podido ganar en tres de ellos. Otro de ellos lo ha empatado, lo que les deja con un total de 7 puntos en 7 partidos o, lo que es lo mismo, con 7 puntos de 21 posibles. Ha perdido, además, la mitad del total de partidos que perdió en 2019/2020, con tres derrotas en esos siete partidos mencionados.
En Champions League, es otra historia, no obstante. Es cierto que su grupo no es el más complicado, pero también que la competición es muy exigente y que cualquier equipo que la juega puede poner en aprietos a cualquiera. Así, el Sevilla ha sumado hasta la fecha 7 puntos de 9 posibles, cosechando dos victorias ante el Rennes y el Krasnodar y un empate ante el Chelsea, eterno rival de un equipo, el Manchester United, al que el Sevilla venció hace un par de años en un partido que pasó a la historia.
En conclusión, si bien es pronto para determinar cuál va a ser el futuro de este Sevilla al término de la presente campaña, sí es pertinente hacer referencia a que, de momento, los de Lopetegui han demostrado serias dudas en Liga. En Champions, no obstante, el rendimiento de los blanquirrojos es, por ahora, prometedor.