25 de abril de 2024
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¿Qué hacer cuando el ordenador portátil se calienta en exceso?

¿Qué hacer cuando el ordenador portátil se calienta en exceso?

Vicki Vera - 26 de noviembre de 2020

Para personas que trabajan o estudian y necesitan moverse por diferentes oficinas o zonas de trabajo, es muy recomendable la adquisición de un portátil para trabajos de ofimática, diseño o programación. Sin embargo, cuando la sesión de trabajo se alarga durante horas, el ordenador portátil se calienta en exceso. Este es algo normal y que cuenta con múltiples soluciones.

Los dos componentes que más desprenden calor son el procesador y la tarjeta gráfica, porque esta última también cuenta con su propio procesador. Un buen ordenador portátil cuenta con la suficiente ventilación para que estos dos componentes estén a la temperatura idónea en todo momento. Pero si tenemos en cuenta que un portátil debe ahorrar en espacio y peso, muchas veces la ventilación no es suficiente como para poder disipar todo el calor acumulado.

El excesivo calor puede provocar que algún componente se estropee, tanto del propio ordenador como de la mesa o la zona de trabajo. Es por ello que a continuación te proponemos diferentes soluciones que se pueden combinar para lograr que el ordenador no sufra más de la cuenta.

Ventilación adicional

Lo más recomendable cuando se nota que el portátil se calienta es comprar una base refrigerada. Estas bases se conectan a la luz y proporciona una ventilación extra a la zona inferior, donde se sitúa la rendija de entrada del aire del ordenador. Este flujo de aire saca todo el calor que se pueda acumular por la falta de espacio que hay dentro de los componentes.

Sin embargo, el punto negativo es que implica llevar la base junto con el ordenador, lo que no lo hace muy portátil. Una opción es instalar una base refrigeradora en todos los espacios de trabajo donde se vaya a colocar el ordenador. De esta manera se crean diferentes estaciones óptimas para trabajar.

Acumulación de suciedad

El uso continuado puede provocar una acumulación de polvo y restos en el interior de las piezas. Una solución para este caso es aplicar aire a presión para sacar toda la suciedad y que el procesador y la tarjeta gráfica respiren adecuadamente. Estos botes son sencillos de encontrar en tiendas especializadas, y cuentan con un tubo para introducir dentro de las rendijas.

Otra opción menos recomendable es abrir el portátil quitando los tornillos. Es más peligroso, ya que se puede estropear pequeñas piezas y chips sin darse cuenta. Además al hacer esto, normalmente se pierde la garantía del fabricante. Por lo que si aún se cuenta con garantía lo mejor es llevarla a reparar al propio fabricante o proveedor, o si no a un profesional cualificado.

Pasta térmica defectuosa

Esto ocurre cuando la pasta térmica de poca calidad en los procesadores no transmite el calor al disipador y se acumula el calor de forma inusual. En estos casos también hay que abrir el ordenador, separar el disipador del procesador y limpiar toda la pasta térmica. Tras comprobar que no existan restos, aplicar una gota en el centro y después poner el disipador encima y con presión para extender por toda la superficie.

Además de soluciones manuales, existen programas que ayudan a nivelar los niveles de temperatura y evitar que el ordenador portátil se caliente en exceso, como por ejemplo reduciendo el uso del procesador y tarjeta gráfica o aumentando la potencia de los ventiladores.