Redacción - 16 de diciembre de 2020
En la era digital, tienes la capacidad de tomar cientos de fotografías. De ellas, seguramente tendrás al menos un puñado que vale la pena guardar, imprimir, exhibir y regalar. El problema es que la mayoría de nosotros estamos tan ocupados que nunca llegamos a imprimir ninguna de ellas, ni siquiera las mejores que hemos tomado.
Esto no solo significa más trabajo en el futuro para clasificar miles de imágenes archivadas, sino que también significa que ya no mostramos ni compartimos algunos de los momentos personales y más preciados de la vida.
En cambio, al imprimir fotos se vuelven físicas. Una impresión es la encarnación del archivo digital. Como impresión, se convierte en parte de nuestra existencia física diaria. Como una parte constante de nuestra rutina diaria, las fotos impresas juegan un papel fundamental para nosotros y nuestras vidas, quizás influyendo en ellas de formas que no se esperaban.
Haz que tus fotos digitales cobren vida con la impresión
Cuando algo vive en el mundo digital, es fácil pasarlo por alto, o borrarlo y olvidarlo para siempre. Las fotos digitales viven una existencia fantasmal por lo que experimentamos las fotos digitales como un sueño. Así como un sueño se desvanece cuando nos despertamos, una foto digital se desvanece cuando pasamos por ella o cerramos el archivo. Pero como impresión, tu fotografía se convierte en parte del mundo real y en parte de tu vida.
Las fotos digitales impresas forman parte de tu vida diaria
Considera la diferencia en la forma en que normalmente experimentamos las fotografías digitales e impresas. Se muestra una impresión en algún lugar y puede permanecer durante mucho tiempo, sin embargo, una foto digital está a tu merced: solo se ve por tu capricho y se descarta casi de inmediato.
Si no deseas verlas, se han ido. Una foto digital no está siempre presente como una impresión debido a que las fotos digitales cuentan contigo para que las busques. A una foto digital se le da una existencia física cuando se imprime. Así cuando se muestra en casa o en el trabajo, se convierte en parte de la vida diaria.
Las fotografías impresas te inspiran
Cuando se imprimen, las fotografías son recordatorios siempre presentes de lo que es importante en la vida. A diferencia de la emoción fugaz que brindan las fotos digitales cuando las pasamos, la inspiración de una fotografía impresa siempre está ahí para ver.
Cuando estás aburrido del flujo de fotos digitales, las apagas. Sin embargo, no apagas una impresión; está ahí, quieras o no verla en ese momento. Esto es importante porque cuando elegimos nuestras impresiones con cuidado, pueden ser fuentes de aliento cuando más las necesitamos.
Un mar de imágenes digitales en constante cambio es parte de tu paisaje diario. Debes imprimir fotos que te inspiren y te motiven a tener una buena vida. Los retratos que cuelgas pueden recordarte quién es importante en la vida e incluso el paisaje que imprimes puede calmarte e inspirarte en los momentos difíciles.
Las fotos impresas son portadoras de recuerdos
Los álbumes de fotos se guardan, miran, se comentan y sirven como una herramienta de unión durante años, décadas y por múltiples generaciones. Son las cosas que miramos cuando estamos de luto por un familiar o amigo querido que falleció, son los recuerdos que revisamos para aniversarios y cumpleaños, y las colecciones de fotografías es el medio para presentar a nuestros hijos a generaciones pasadas o personas que nunca tuvieron honor de conocer.
Cuando no imprimes esas fotografías, las documentas y las guardas en forma física, no hay forma de que otros puedan apreciarlas o recuperar tus propios recuerdos en el futuro.