Redacción - 3 de febrero de 2021
Reino Unido ha llevado de nuevo a uno de sus submarinos nucleares a Gibraltar. “Un submarino de clase Trafalgar llegará hoy a Gibraltar para una visita rutinaria programada” es el escueto comunicado de las Fuerzas Armadas de este país con el que se informa de que el ‘HMS Talent’ ha atracado en la base naval del Estrecho.
El submarino, según denuncia la asociación Verdemar-Ecologistas en Acción, es un viejo conocido de las costas andaluzas porque no es la primera vez que hace escala en el peñón.
El 'HMS Talent' es uno de los siete submarinos nucleares de la clase Trafalgar de la Royal Navy. Fue construido en los astilleros de Barrow-in-Furness, fue botado en abril de 1988 y comisionado en mayo de 1990.
Verdemar-Ecologistas en Acción ha vuelto a rechazar la llegada de este tipo de buques que Reino Unido suele enviar a reparar cerca de las costas de España.
Según denuncia la asociación, los submarinos de esta clase tienen problemas de diseño “y van sembrando el miedo por donde navegan”, y recuerda que se trata de una “bomba flotante” que ya vino a Gibraltar en 2018 y 2019.
De hecho en septiembre de 2018, este mismo submarino estuvo implicado en un incidente diplomático entre España y Reino Unido. Londres y Gibraltar protestaron por la supuesta incursión de la Guardia Civil, que intenta atrapar el contrabando que llega a la zona, en las aguas que rodean a la base británica. Una patrullera de la Royal Navy lanzó una bengala de advertencia a un buque de la Guardia Civil por “acercarse demasiado” al HMS Talent cuando zarpaba de la base de Gibraltar, donde estuvo 13 días siendo reparado.
Para Verdemar-Ecologistas en Acción, este tipo de reparaciones en submarinos nucleares en Gibraltar están poniendo “en peligro y en riesgo a la población del Campo de Gibraltar. Pedimos de una vez por todas que Gibraltar quede libre de artefactos de propulsión nuclear y otros buques que son auténticas bombas flotantes”.
Según añaden los ecologistas, un accidente grave en este tipo de buque nuclear podría provocar “una catástrofe nuclear similar a las de Chernóbil o Fukushima así como la fuga de material radiactivo al mar, por lo que las consecuencias serían catastróficas. Se produciría contaminación del agua y de las especies marinas, la radiación se incorporaría a las cadenas tróficas y llegaría a la población, incluso a la que vive lejos. Las corrientes marinas podrían llevar la contaminación radiactiva hasta zonas alejadas. Si el submarino transportase armas nucleares, las consecuencias podrían ser mucho mayores”.
Verdemar-Ecologistas en Acción alertan además que en el Campo de Gibraltar no hay capacidad de reacción si se produjera un accidente de este tipo.
