12 de febrero de 2021
Muchas veces nos imaginamos a los famosos y las celebrities como personas que caminan en un peldaño superior, que no se encuentran afectados por problemas cotidianos o que tienen toda la confianza del mundo.
Pero la historia de Freddie Mercury demuestra que esto no es así. Desde su nacimiento tuvo que afrontar los prejuicios relacionados con su origen étnico y, además, también sufrió burlas por una malformación que le acompañó siempre: la de sus dientes.
El icónico cantante de la banda Queen nació con lo que se conoce como mesiodens, una malformación que consiste en el crecimiento de más dientes de los que uno acostumbra a tener. Esto puede provocar que los dientes queden desalineados: en concreto, Freddie Mercury, según conocemos por la película “Bohemian Rhapsody” (2018), tenía cuatro incisivos de más, lo que provocaba que los dientes frontales fueran más abultados en su mandíbula.
Pese a su fama posterior, aun así, el vocalista nunca tuvo la intención de someterse a tratamientos dentales para tratar su dentadura. Temía que este posible tratamiento arruinara su voz, de manera que mantuvo la malformación hasta su muerte, aunque esto supusiera diversos complejos para Mercury. Ahora ya sabemos, tras la opinión aportada por diversos dentistas, que el tratamiento no hubiera dañado su don de cantar, pero la posibilidad de que el cantante luciera otra sonrisa ya no se podrá dar.
Pero la decisión de mantener sus dientes tal y como estaban también trajo otras consecuencias, como su famoso bigote. Se especula que esta remarcada característica suya, o su afán por tapar con su labio superior los dientes, fuera causados por el complejo de su estado dental. ¿Nos hubiéramos perdido el bigote de uno de los más renombrados cantantes de nuestra época si se hubiera tratado los dientes? Es algo que nunca sabremos.
El actor que encarna al vocalista en la película tributo al grupo Queen ya mencionada, Rami Malek, se colocó dos dientes protésicos por iniciativa propia. En todo lo que duró el rodaje de la película los mantuvo para practicar tanto los diálogos como el canto, para así poder personificar a Freddie Mercury en todas sus facetas. Esto demuestra tanto la dedicación del actor como de la película de retratar al Mercury más verdadero.
En cualquier caso, esta condición de Freddie Mercury, a la que los fans y muchos otros apodan como la “sobremordida” por esta protuberancia de los dientes frontales, ya es un hecho que pasará a la historia, como tantas otras facetas del célebre vocalista. Representa otro detalle más que recordar del cantante, y quizá simplemente por eso, debido a ser uno de los elementos de su fama, Mercury decidió no tratarlos, o pudo sobrellevar mejor esta malformación.
Junto con él, otros artistas deciden seguir adelante con sus “defectos”, lo que supone un cambio de paradigma sin duda, pues millones de personas utilizan a los famosos y famosas como un espejo en el que mirarse para escoger cómo quieren actuar en sus vidas, y por eso estas historias nunca dejarán de sorprender.