18 de marzo de 2021
Cuando se conoce la grata noticia de que se espera un nuevo miembro de la familia, es común que los futuros padres tengan miles de dudas y expectativas sobre el desarrollo del embarazo. Para disipar todos los interrogantes y cuidar la nueva vida que se está gestando, la atención prenatal es fundamental para evitar sorpresas innecesarias. Por esta razón, es importante saber cuándo hacer la primera ecografía y cada cuánto es necesario acudir a un control prenatal.
Las náuseas, los antojos, la sensibilidad de los senos, la fatiga o la alta frecuencia urinaria, son señales inequívocas de que el cuerpo de la mujer se está adaptando para el futuro parto. Sin embargo, para algunas mujeres el embarazo es algo abstracto, hasta que ven a su bebé durante la primera ecografía.
Una ecografía, también conocida como ultrasonidos, se trata de una prueba diagnóstica indolora e inocua, que a través de ondas sonoras captadas por un transductor y convertidas en imágenes, un médico especializado puede evaluar el desarrollo, formación y crecimiento del bebé.
Es importante señalar que cada ecografía realizada durante el embarazo revela información y datos de importancia sobre la salud del bebé en el útero. De esta manera, aunque muchas madres deciden recibir atención prenatal desde la semana 6-8, otras mujeres prefieren realizar su primera ecografía semana 12.
Sin embargo, las ecografías realizadas durante el primer trimestre tienen como objetivo, corroborar los latidos del corazón, establecer la semana en la que se encuentra el embarazo y predecir la fecha del parto. Mientras que en las ecografías posteriores, las ondas sonoras de alta frecuencia pueden mostrar cómo se desarrolla la anatomía del bebé, su crecimiento y su estado de salud.
De acuerdo con el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y otras instituciones científicas y médicas afines, toda mujer en estado de embarazo debe realizar, por lo menos, una ecografía durante el embarazo. No obstante, es difícil estimar un número exacto de ecografías necesarias, la cantidad de exámenes diagnósticos estará influenciada por la salud general de la mujer y el tipo de embarazo.
Como se señaló anteriormente, cada embarazo es único, por sus síntomas y características. Pero cuando se trata de la gestación de un bebé saludable, el proceso de crecimiento y desarrollo de su anatomía se encuentra establecido dentro de plazos de tiempo específicos.
A continuación, se presentan algunos de los aspectos más importantes y comunes que las futuras madres deberían conocer durante su atención prenatal:
Por la salud óptima en la que se encuentra la madre y el bebé en el útero, algunas mujeres no necesitan realizar una ecografía durante el último trimestre. No obstante, en estas últimas ecografías, los padres pueden ver cómo su bebé comienza a tomar la posición adecuada para el parto. Y, aunque cada vez disponga de menos espacio en el útero, la madre podrá sentir movimientos y patadas más bruscas.
La alegría de esperar un bebé es tan indescriptible como incomparable, no obstante, los padres no deben dejar a un lado la atención prenatal y asistir cuanto antes a su primera ecografía, para asegurarse que todo está bajo control y no hay nada para preocuparse.